No se trata de las casas museo de escritores que se pueden encontrar casi en cualquier parte (y algunos autores tienen más de una), sino de museos denominados «de los escritores» o «del escritor», que merecen la pena visitar si pasamos por Edimburgo, Dublín, Chicago, Ciudad de México o Madrid.
Museo de los Escritores, Edimburgo
Dedicado a tres escritores escoceses: Robert Burns, sir Walter Scott y Robert Louis Stevenson. Se trata de un museo gratuito, aunque agradecen las donaciones. En él se encuentran objetos que pertenecieron a estos escritores, retratos, libros y manuscritos. Además, suelen tener exposiciones temporales en la sala principal. El museo se encuentra en la mansión de Lady Stair, construida en 1622, que fue donada en 1907 a la ciudad de Edimburgo para que se convirtiera en museo. En el exterior se encuentra el monumento Makar’s Court (makar significa poeta o autor en escocés). Consiste en unas inscripciones sobre las losas del pavimento. Son versos, citas y fragmentos de obras de los escritores escoceses desde el siglo XIV a la actualidad, y al que continuamente se le añaden nuevas losas escritas. Para más información: página oficial de los museos de Edimburgo.
Museo de los Escritores, Dublín
Se inauguró en 1991 para recordar el legado literario de los escritores irlandeses. En este caso está ubicado en una casa georgiana del siglo XVIII, en el norte de la ciudad. En este museo se pueden encontrar libros, cartas, objetos personales y retratos de autores de hace 300 años hasta la actualidad. Por tanto, se puede conocer mejor a Oscar Wilde, James Joyce, Samuel Beckett, George Bernard Shaw, Jonathan Swift, Bram Stoker, Joseph Sheridan Le Fanu o Yeats, entre otros. También cuentan con una sala de exhibiciones temporales, una sala dedicada a la literatura infantil y juvenil, y la biblioteca de Maurice Gorgham. En esta biblioteca se encuentra la colección privada de este periodista, escritor y productor de televisión y radio, con manuscritos, libros raros y primeras ediciones. Para más información: su página oficial.
Museo de los Escritores Americanos, Chicago
Abrió sus puertas el 16 de mayo de 2017. Su fundador, Malcolm O’Hagan, es un irlandés que quería hacer lo mismo que en Irlanda: reconocer a los escritores norteamericanos con un museo. Tiene exposiciones permanentes y temporales. En una de las exposiciones permanentes, llamada “Nación de escritores”, se incluyen 100 autores que representan el origen y el auge de la escritura en Norteamérica, desde 1600 hasta la actualidad. Otra exposición, llamada “La mente de un escritor”, intenta explicar cómo piensan y cómo trabajan los escritores. Cada día los trabajadores seleccionan una frase de un libro, poema, ensayo o relato corto, y los visitantes van añadiendo una frase para formar una historia colectiva. También cuenta con una galería de literatura infantil, con un mural con 42 ardillas leyendo 34 clásicos infantiles. Más información: su página oficial.
Museo del Escritor, Ciudad de México
Este museo, inaugurado en diciembre de 2011, fue idea de René Avilés Fabila, para preservar el legado de escritores mexicanos y de otras nacionalidades que vivieron un tiempo en México. Cuenta con primeras ediciones firmadas por los propios autores, además de objetos personales, fotografías (muchas autografiadas), caricaturas, dibujos… En la exposición permanente tienen una sala llamada Centro Mexicano de Escritores, y zonas dedicadas a Carlos Fuentes, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar… e incluso Edgar Allan Poe. Además, pensaban incluir actividades de apoyo para difundir y mantener viva la presencia de estos escritores, pensando sobre todo en los jóvenes, pero desde 2016 no parece que tengan mucho movimiento en redes sociales y desconozco si sigue abierto. Más información: su página oficial.
Pequeño Museo del Escritor, Madrid
Se encuentra en el Centro de Arte Moderno, situado en la calle Galileo. Es gratuito y cuenta con primeras ediciones, publicaciones importantes y objetos muy personales, que significaron mucho para esos escritores. Como un libro de G. K. Chesterton, de la biblioteca personal de Jorge Luis Borges y firmado por Borges en Granada en 1919; la cama de Juan Carlos Onetti; la corbata que utilizó Max Aub el día de su casamiento; el espejo cóncavo de Ramón Gómez de la Serna; los álbumes fotográficos de la infancia de Julio Cortázar o el libro que le firmó a su amiga Alejandra Pizarnik; el libro con el que aprendió a leer Antonio Gamoneda… Sus fondos, con más de 5 000 objetos, se han presentado en otros lugares en forma de exposición. En 2017 se inició una campaña para recaudar dinero, porque no cuenta con subvenciones. Más información: página del Centro de Arte Moderno.