El 16 de octubre de 1854 nació Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde, en Dublín, Irlanda. Escritor, poeta y dramaturgo. Famoso sobre todo por sus obras de teatro, como La importancia de llamarse Ernesto, y novelas como El retrato de Dorian Grey. Su final fue muy desdichado, por vivir en la época victoriana en la que todo se aceptaba, siempre y cuando no se hiciera público ningún escándalo. En su caso, ser homosexual pudo más que todo su arte como escritor.

Más información:
https://es.wikipedia.org/wiki/Oscar_Wilde
Efeméride 14 de febrero de 1895: se estrenó La importancia de llamarse Ernesto.
Reseña:
El cuerpo del delito – Antología
Frases:
Realmente, no veo nada romántico en una declaración. Es muy romántico estar enamorado. Pero no hay nada romántico en una declaración definitiva. ¡Toma! Como que pueden decirle a uno que sí. (La importancia de llamarse Ernesto)
Mejor era conocer la verdad, por mala que fuese, que permanecer en aquella incertidumbre. (El crimen de Lord Arthur Savile)
Siempre me asombro de mí mismo. Es lo único que hace la vida digna de ser vivida. (Una mujer sin importancia)
El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices.
El egoísmo no consiste en vivir como uno desea, sino en pedir a los demás que vivan como uno desea vivir. La falta de egoísmo es la no interferencia en la vida de los demás.
No es egoísta pensar por uno mismo. El hombre que no piensa por sí mismo no piensa.
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
Hablan mucho de la belleza de la certidumbre como si ignorasen la belleza sutil de la duda. Creer es muy monótono; la duda es apasionante.
El arte no es algo que se pueda tomar y dejar. Es necesario para vivir.
La risa no es un mal comienzo para la amistad. Y está lejos de ser un mal final.
El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos.
Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida.