Sinopsis
Mercy Merrick es una mísera muchacha de la calle, rechazada por la sociedad, que, tras fracasar en los numerosos intentos de rehabilitarse, decide marchar a Francia y trabajar de enfermera voluntaria en la guerra franco-alemana. Durante una batalla, conoce a Grace Roseberry, huérfana de un coronel británico, de camino a Inglaterra para convertirse en dama de compañía de una pariente noble y desconocida, lady Janet Roy. Cuando Grace perece a causa de un obús alemán, Mercy, tras muchas vacilaciones, decide suplantar la identidad de la fallecida valiéndose de los documentos de esta. A pesar de sus continuos remordimientos, la vida de Mercy parece tomar por fin un rumbo diferente: la noble dama la acoge calurosamente como hija adoptiva. El futuro parece sonreír a la impostora. Sin embargo, la visita del bondadoso y rebelde reverendo Julian Gray, sobrino de lady Roy, trae consigo una perturbadora sorpresa.
Wilkie Collins firma en este thriller, lleno de suspense y emociones, una de sus novelas de mayor crítica social sobre la condición femenina, al tiempo que ofrece un conmovedor retrato de una María Magdalena pecadora y redimida de los tiempos modernos.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Lo vi en la pasada Feria del Libro de Madrid y no pude resistirme a una obra que no conocía de mi querido Wilkie. Lo dejé en espera y me decidí a leerlo porque me servía para el reto «Todos los clásicos grandes y pequeños», de Las inquilinas de Netherfield. En el nivel 1 tenía que leer «un clásico cuyos capítulos estén titulados». Y así ocurre en esta novela. Por ejemplo, el primer capítulo se titula Las dos mujeres.
¿Mereció la pena?
Sí, mucho, pero es que sería muy raro que no me hubiera gustado, porque es uno de mis escritores favoritos. Eso no quiere decir que no pueda encontrarle algunos pequeños fallos, porque nadie es perfecto, pero es que es poco frecuente que me dé cuenta de ellos. Y, probablemente, les quitaré importancia si los detecto. Me pareció muy original esta novela porque la estructura está pensada como una obra de teatro, con dos actos, pocos personajes, gente entrando y saliendo de «escena»… A mí me hacían gracia esos momentos en los que se asomaba un personaje, que se quedaba observando, o aprovechaba para entrar porque ya no estaba a quien quería evitar… Casi me podía imaginar cómo quedaría en un teatro, e incluso cómo podrían hacer cómplice al público. Y daba una sensación de dinamismo que no es frecuente encontrar en una novela. El problema que sí que detecté es que en algún momento hasta podía volverse un poco lioso, pero creo que fue por leerlo en tandas semanales porque era una lectura conjunta. De una semana a otra ya no recordaba tan bien qué había pasado antes.
Está dividido en dos escenas, una en el extranjero, en Francia, en época de guerra (la guerra franco-prusiana, de 1870-71), y la otra ya de vuelta en Inglaterra. Las dos están narradas en tercera persona, por un narrador que no oculta nada, aunque, a veces, no sigue el orden cronológico, pero porque son cosas que suceden a la vez en sitios distintos. De vez en cuando el narrador aporta su opinión sobre los personajes y lo que hacen, y no siempre estaba yo de acuerdo con él. Al final hay un epílogo con cartas entre algunos de los personajes, y unas en concreto me hicieron mucha gracia, aunque a gente de la lectura conjunta no tanto, pero por los personajes que las escribían. El final me hubiera gustado que fuera un poco distinto, pero es que las tramas románticas de Wilkie no siempre me gustan. Pero como no leo sus novelas por eso, y sabiendo que es algo bastante típico de la época victoriana, tampoco me importa demasiado, ya que disfruto de todo lo demás. La solución al conflicto ético que se plantea sí que me gustó. Y, sobre todo, me parece una perfecta crítica a la sociedad victoriana y su hipocresía en ciertos temas.
Lo que más me sorprendió, y eso que tengo en muy alta consideración la capacidad de este autor para generar suspense, es que consiguiera intrigarme cuando parece que da toda la información desde el principio. Por ejemplo, se sabe en el momento cómo y por qué Mercy cambia de identidad y se convierte en Grace. El suspense es por lo que pasa después, cómo se mantienen las mentiras, los riesgos que hay de que la descubran… Salvo algunas excepciones del pasado, prácticamente se conoce todo justo cuando ocurre. O se desvela muy poco después. Y lo dicho, a pesar de eso, es una historia que engancha y que desconcierta porque no se sabe qué puede pasar a continuación. (Aunque se pueden imaginar muchas teorías). También sorprende por las reacciones de los personajes ante lo que va pasando. En total son cinco personajes los importantes en la historia, con una personalidad muy definida. Pero es que hasta los secundarios creo que son buenos personajes, con características que los distinguen perfectamente. Como, por ejemplo, un doctor francés, bastante ligón, o un doctor alemán que parece obsesionado por tener razón, más que en salvar vidas.
Para mí la protagonista, y el mejor personaje, es Mercy Merrick. No estaba de acuerdo con todas sus decisiones, pero me caía bien, entendía sus dudas, la apoyaba cuando quería hacer lo correcto, aunque parecía que todo se le ponía en contra… Su historia pasada se intuye bastante dura, a pesar de no contar todos los detalles. Y que siguiera adelante, después de todo lo que le pasó, me parecía admirable. Grace, por otro lado, es un ejemplo de personaje que puede resultar desagradable, aunque debería ser digno de lástima porque tiene razón en sus pretensiones. Pero es que tiene un carácter… A mí me daba pena, pero porque soy blanda, igual que Julian, otro personaje que me cayó muy bien. Aunque él creo que exagera con lo de ver lo bueno en los demás, y las segundas oportunidades. Y también me pareció un poco dramático en temas amorosos… Horace no me gustó nada, y no comprendía cómo podían aguantarle el resto de los personajes. Lady Janet Joy también me gustó mucho en general, aunque no entendí que prefiriera no saber la verdad. Para mí es mejor saberla y perdonar o intentar entender, y no simplemente tratar de negar la realidad.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien quiera leer una historia que critica la moral victoriana, con una puesta en escena bastante teatral, y con suspense y giros inesperados. Por cierto, tengo que aclarar que otra editorial también publicó esta novela en castellano, pero con el título de Doble engaño.
Ritmo de lectura
Fue una lectura conjunta, en cuatro semanas. Si lo hubiera leído yo sola hubiera tardado muy poco en terminarlo, porque me tenía enganchada. Y, aunque me gusta mucho comentar, en este caso casi hubiera preferido o leerla yo sola o con comentarios diarios. Porque creo que la disfruté un poco menos por dejar “colgado” todo ese suspense de una semana para otra.
¿Leerías algo más del autor?
Por supuesto. Todo lo que todavía no he leído de él, pero también releeré sus obras. Como mínimo, las que sean mis favoritas.
Otras obras del autor
Una casa en alquiler (Varios autores)
Cuentos victorianos de Navidad (Varios autores)
El cuerpo del delito – Antología (Varios autores)