Sinopsis

Nora no ha visto a Clare desde hace diez años. No desde que Nora salió del instituto un día para no volver jamás. Hasta que, inesperadamente, recibe una invitación para la despedida de soltera de Clare. Un fin de semana en una casa en la profundidad del bosque. ¿Es esta la oportunidad para Nora de recuperar la relación con su mejor amiga? ¿La ocasión de superar su pasado? Y sin embargo algo va a ir mal. Muy mal.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Porque desde que leí La mujer del camarote 10, seguido de Juego de mentiras y Otra vuelta de llave, decidí que iba a leer todas las novelas que fuera publicando. Esta es su primera novela, y quería leerla para saber si ya desde su primer libro se le daba tan bien mantener la intriga.

¿Mereció la pena?

Sí, porque me ha tenido atrapada en la lectura, que es lo que siempre espero con las novelas de esta autora. Lo que más me ha sorprendido es que sea su primera novela y el planteamiento sea tan original. Aunque, como leo muchas de estas novelas, igual demasiadas, me estuve acordando de otra novela muy parecida (pero la otra es posterior y me pareció mucho peor). Y eso hizo que ya me imaginara qué había pasado y por qué. Pero, aun así, casi no pude soltar el libro hasta terminarlo. He visto en alguna reseña y comentarios que el final les decepcionó, porque no les parecía realista el por qué. Pero es que en la vida real casi no existen este tipo de misterios, y este libro hay que tomárselo simplemente como pura ficción. Lo que sí que me pareció muy convencional fue cómo descubre la protagonista quién es culpable, pero siendo una primera novela me sigue pareciendo bastante buena en general.

La novela empieza con alguien que corre por un bosque, que quiere evitar algo, pero casi parece un sueño o una pesadilla. Después de esta introducción comienzan los capítulos numerados, que entremezclan lo que piensa la protagonista, Nora, al despertarse en el hospital y no saber por qué está allí, y lo que sucedió los días anteriores a estar en el hospital. Todos los capítulos están narrados por ella, así que solo sabemos su versión. Y acompañarla en sus descubrimientos hacían que, por un lado, aumentara el suspense, y, por otro, casi sentir lo mismo que ella. La frustración porque en el hospital nadie le explica qué ha ocurrido, no entender por qué la invitan a la despedida de soltera, el agobio del reencuentro o los malos momentos recordando el pasado… Incluso me sorprendía igual que ella cuando, sabiendo que lo mejor sería marcharse, se quedaba en esa extraña casa de cristal… Sus decisiones finales me costaron más entenderlas, igual que algunos detalles que para mí estaban clarísimos, pero ella tardaba en darse cuenta (a veces tarda hasta años en comprenderlos).

También es una de esas novelas en las que parece que no te puedes fiar de nadie. Nora ni siquiera se fía de sí misma, porque cree que lo que recuerda puede estar distorsionado. Reconozco que esperaba más de ella a la hora de descubrir qué ha pasado, porque es escritora de novelas policíacas, pero a ratos parecía un poco perdida. El resto de los personajes, que son pocos, tampoco se salvan de las sospechas. Clare parece perfecta y que siempre consigue lo que quiere; Flo está desesperada porque quiere que salga todo bien en la despedida, aunque tiene ideas un poco peculiares sobre qué es lo mejor para despedirse de la soltería; Nina tiene una vena cruel que sale de vez en cuando, porque no puede evitar soltar lo que piensa; y a Tom, que casi no se entiende por qué está en la despedida, le encanta provocar. Algunos de estos personajes también estaban en el pasado de Nora, y lo va recordando poco a poco estando sola, y también se lo recuerdan los de la despedida, a propósito o casualmente.

No es como una novela de Agatha Christie porque se tarda en saber qué ha pasado exactamente. Pero sí que tiene un guiño a esas canciones populares, cuentos infantiles o poemas que inspiraron tantas novelas de Agatha Christie. Como La muerte visita al dentista, Cinco cerditos, La casa torcida, Un puñado de centeno, Pleamares de la vida, El espejo se rajó de parte a parte, Un triste ciprés, La Puerta del Destino, Tres ratones ciegos (o La ratonera), Noche eterna, o la más famosa de todas, Diez negritos (ahora creo que se quiere cambiar el título por «Y no quedó ninguno», que es el final de la canción). La inspiración de Ruth Ware para esta novela es una canción de Halloween, aunque según he visto hay variaciones. Pero siempre se refiere a un bosque muy oscuro, en el que hay una casa muy oscura, en la casa hay una sala, un armario o una caja, también muy oscuros… y al final descubres algo que está dentro… En algunas rimas es un fantasma y en este libro es una rima más corta, y es esta:

En un bosque muy oscuro, una casa muy oscura,
Y en la casa muy oscura, una sala muy oscura,
Y en la sala muy oscura, un armario muy oscuro,
Y en el armario muy oscuro… ¡un esqueleto!

(In a dark, dark wood there is a dark, dark house;
And in the dark, dark house there is a dark, dark room;
And in the dark, dark room there is a dark, dark shelf;
And in the dark, dark shelf… there is a skeleton!)

¿A quién se lo recomiendo?

A quien quiera leer una novela con mucho suspense, sobre todo si le gustan las historias sobre el pasado y su efecto en el presente, y las segundas oportunidades.

Ritmo de lectura

Muy rápido. Estaba muy enganchada.

¿Leerías algo más de la autora?

Por supuesto que sí, estoy deseando que se publiquen más novelas suyas para poder leerlas. Después de haber leído cuatro novelas, mi preferida sigue siendo La mujer del camarote 10.