Sinopsis
Un homenaje a las librerías, a los libros y a todos aquellos que los aman. Una lectura para recrearse y saborear con un buen té japonés. Una de las novelas japonesas traducida a más idiomas en los últimos años. Best seller del Times en Reino Unido y libro favorito de las librerías independientes en Estados Unidos. La epopeya de Rintaro, el joven heredero de una entrañable librería de viejo, y de Tora, un sabio e ingenioso gato atigrado, se ha convertido en un fulgurante éxito internacional. Su emocionante misión consiste nada más y nada menos que en salvar los libros que están en peligro y extender así́ el amor por estos objetos, bellos e inigualables, que son parte imprescindible de nuestra vida. Del siempre fascinante Japón nos llega esta hermosa historia, cargada de sabiduría, magia y pasión por la lectura, que ya ha conquistado a lectores de todo el mundo.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Cuando vi la cubierta me atrajo por el título y los colores. Luego pensé que igual no era buena idea leerlo, porque soy bastante sensible con los animales (y más con los gatos), y me he encontrado cierta tendencia a que mueran en los libros. Finalmente me decidí a leerlo porque me servía para uno de mis retos de lectura de 2022, en el que para junio tenía que leer «un libro con un animal en el título».
¿Mereció la pena?
Ha estado bien leerlo, pero me esperaba que me gustara mucho más. Porque en teoría una historia sobre libros, una librería y un gato parece la fórmula perfecta para que me encante. Pero es que mi primera pequeña decepción fue el gato, Tora. Que podría haber sido un perro, un pez, un canario, una tortuga o cualquier otro animal. Porque para mí no tiene características de gato… Lo cual no quiere decir que no me haya gustado como personaje. Como contrapunto al verdadero protagonista, Rintaro, me parece muy adecuado. Rintaro a mí me pareció tímido e introvertido, pero él siempre dice (parece hasta una excusa) que él es hikikomori. Que es la palabra japonesa para describir a los jóvenes que se aíslan socialmente, aunque se refieren más a los que ni salen de la habitación y están todo el día conectados al ordenador (me leí este artículo y no me parecía que se ajustara mucho a cómo percibía yo a Rintaro). Y Tora tiene una forma de ser que parece perfecta para despertar la curiosidad o las ganas de ayudar o de actuar de Rintaro.
La historia, contada en tercera persona, comienza cuando el abuelo de Rintaro muere. Él era el dueño de la librería Natsuke, y siendo Rintaro estudiante de instituto, su tía cree que hay que cerrar la librería y que él se traslade a vivir con ella. Rintaro parece aceptar ese plan, o por lo menos se resigna a ello. Entonces aparece Tora, un gato muy especial, que le dice que le necesita para salvar libros, insiste en llamarle “segunda generación” y en intentar que reaccione. En mi búsqueda de la cubierta original en japonés descubrí otras traducciones en Goodreads. Y en inglés, francés o italiano el título hace referencia a un gato que salva libros. Usando un traductor online, vi que la traducción del japonés sería «La historia de un gato tratando de proteger un libro». Así que tenemos supuestamente un gato que ama o salva o quiere proteger libros, pero el que realmente ama los libros (y puede salvarlos) es Rintaro. Por eso mi título favorito es el húngaro, que según el traductor online es «Rintaro y el laberinto de libros», que me parece más fiel a lo que pasa en el libro (aunque debería ser en plural: laberintos).
Pero si hay un personaje que me gustó por encima del resto fue Sayo Yuzuki. Es la delegada de clase de Rintaro, y su empeño es hacerle regresar al instituto, para gran desconcierto de él. Porque Rintaro cree que no le importa a nadie, aunque tampoco es que le preocupe mucho porque tiene sus libros y disfruta de la soledad. Sayo al principio parece un poco borde con él, pero poco a poco demuestra que simplemente es una chica directa y un poco impulsiva, y que lo que necesitaba era descubrir lo bien que sienta leer libros. Y también es muy buena compañera y amiga… La tía de Rintaro sale poco, pero también me gustó. Al abuelo lo conocemos solo por los recuerdos de los demás, pero parece que era encantador y sabio. Los personajes sin nombre que se va encontrando Rintaro en los laberintos me resultaron muy curiosos, porque representaban varias actitudes que se tienen hoy en día hacia los libros, pero de forma exagerada. Lo que más me gustó de la historia fue el giro final que dio el autor en la parte fantástica. En la parte del mundo real pasó lo que me esperaba…
Una cosa que me llamó la atención, pero no me sorprendió, es que casi todos los libros que se mencionan en la historia están escritos por hombres. Excepto Orgullo y prejuicio de Jane Austen (al ser mi autora favorita me hizo mucha ilusión). Como es una librería de viejo, todo lo que venden parecen ser clásicos, y varios difíciles de encontrar según un asiduo a la librería, Ryota Akiba, compañero de clase de Rintaro. Pero, aun así, creo que alguna mujer más podría haber sido incluida. Lo que sí que me sorprendió es que también casi todos los autores mencionados son occidentales. La traductora es Marta Morros Serret y tiene varias notas al pie de página aclarando conceptos japoneses, aunque como conozco poco la vida y costumbres japonesas, me hubiera gustado que hubiera más explicaciones. O incluso que ella o el autor aclararan en algunos casos quiénes eran los escritores de algunas obras que se nombran. Son libros bastante conocidos, pero igual no todo el mundo sabe, por ejemplo, que Cándido lo escribió Voltaire. (Aunque, por supuesto, ante la duda se pueden buscar los títulos y descubrir a los autores, e incluso leer algunos de los libros que aparecen siguiendo las recomendaciones de Rintaro).
¿A quién se lo recomiendo?
A quien le gusten las historias sobre personas a las que les cuesta adaptarse a los cambios o a la cruda vida real. También le puede gustar a quien adore los libros. O a quien quiera recordar un poco los libros de su infancia o juventud, porque al ir leyendo el libro me recordó un poco a obras como La historia interminable, de Michael Ende, Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll, o El cascanueces y el rey de los ratones, de E. T. A. Hoffmann.
Ritmo de lectura
Medio tirando a rápido. Por lo corto que es (132 páginas en formato digital) y por tratar sobre libros, e incluso por el estilo sencillo del autor, pensaba que me lo leería enseguida. Pero tardé más de lo que pensaba, creo que porque el ritmo del libro se adapta a la personalidad del protagonista, que no es ni activo ni de reflejos rápidos, y parece desprender mucha calma. Tenía la sensación de que con capítulos más cortos lo hubiera leído más rápidamente.
¿Leerías algo más del autor?
Puede ser, aunque leo poca literatura japonesa, y antes repetiría con alguna novela de Seishi Yokomizo, que escribió novelas de misterio, o Hiromi Kawakami, porque me gustaron mucho sus personajes femeninos.