Reseña de Sandra
Sinopsis
Dick Young, el narrador de esta novela, es un hombre desencantado con su vida y su trabajo, casado con una viuda estadounidense que tiene dos hijos y quiere llevárselo a Nueva York a dirigir una editorial. Un compañero suyo de la universidad, profesor de biofísica, les presta su casa de Cornualles para que pasen el verano, pero en realidad la invitación tiene segundas intenciones: quiere que su amigo sea un conejillo de Indias para una nueva droga que ha inventado y que tiene el extrañísimo efecto de propiciar viajes al pasado. Así, al tomarla, Dick se encuentra de pronto en el siglo xiv, testigo invisible de una serie de intrigas y amoríos en una cruel comunidad feudal. Después de la primera conmoción, la atracción de ese otro mundo se muestra irresistible.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Aunque mis últimas experiencias no han sido tan satisfactorias como cuando leí Rebeca y La posada de Jamaica, en mi juventud, es una autora a la que no puedo resistirme. Cada vez que veo una novela suya que no conocía me apetece leerla. Por eso, cuando se propuso leerla de forma conjunta en un grupo de Telegram, no dudé en unirme.
¿Mereció la pena?
No demasiado por la historia, aunque me sigue gustando cómo escribe Daphne du Maurier. La historia está contada en primera persona por Dick, que está en una encrucijada y tiene que tomar una decisión sobre qué hacer en el futuro. No parece muy contento con su vida, ni con su matrimonio ni sus hijastros. Así que le viene genial que su amigo le ofrezca una nueva experiencia: testar una droga que le lleva a otra realidad en el pasado, varios siglos antes. Aunque solamente parece ser un espectador, y tampoco puede decidir el momento exacto al que viajar. Dick como personaje no me caía demasiado bien, pero sí que podía entender sus dudas y sus ganas de escapar de la realidad. Pero tampoco es que fuera fácil cogerle cariño al resto de los personajes.
Dick, además de ser testigo de ciertos acontecimientos del pasado, también averigua algunas cosas en el presente. Y eso da más o menos una idea de cómo transcurrió (supuestamente) todo en esos años del siglo XIV. En la lectura conjunta había gente que comentaba que les gustaban más las partes en el pasado, e incluso les hubiera gustado vivir en esa época. A mí no. Ni en el pasado, demasiado cruel, ni en el presente. Dick, su esposa, sus amistades… me resultaban bastante insufribles. En lo que sí que estaba de acuerdo es que el pasado era más interesante, y había una cierta intriga sobre cómo acabarían las conspiraciones y qué pasaría con una historia de amor. También me gustó poder reflexionar sobre ciertos temas, como las decisiones sobre la propia muerte (o la de los demás).
Lo que peor llevé fue que me resultaba imposible creerme el experimento. Es verdad que algunas de las dudas que me iban surgiendo al final, más o menos, se resuelven, pero me seguía resultando increíble que un científico actuara así. O que alguna sustancia pudiera provocar semejantes efectos. Eso sí, creo que es interesante como ejemplo de todo lo que no se debe hacer al llevar a cabo un experimento científico. La parte histórica sí que me parecía más creíble, y se sabe que la autora se documentó bastante bien y que conocía la zona. Lo mejor fue que me llevé algunas sorpresas, aunque el final más o menos me lo imaginaba. Sobre todo porque ya conozco sus historias, y, cuanto más extraña es la trama, más probable es que finalice así el libro.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien disfrute con el estilo de Daphne du Maurier. Y a quien le gusten los viajes en el tiempo, pero sin esperar que sea realmente creíble.
Ritmo de lectura
Al ritmo de la lectura conjunta, en cuatro tandas. Si la hubiera leído sola creo que habría sido un ritmo medio. Y habría bastantes probabilidades de que la dejara abandonada en cuanto se me cruzaran lecturas que me gustaran más.
¿Leeré algo más de la autora?
Sé que seguiré igual, si me encuentro con alguna novela que no conozca seguro que la acabaré leyendo. Y releeré mis favoritas.