Sinopsis
Cuando Boris lzcovich dijo la palabra «pausa», Mia Fredricksen, de cincuenta y cinco años, que llevaba casada treinta con Boris, enloqueció. Porque lo que deseaba su marido era una pausa en su matrimonio, después de treinta años sin adulterios por parte de ninguna de las partes –aunque parezca increíble–, una hija encantadora que iniciaba su carrera de actriz y una relación entre ellos que había ido evolucionando desde el ardor guerrero de los primeros tiempos a la simbiosis casi telepática de los últimos. Hay que decir que la «pausa» de Boris es francesa, compañera de trabajo en el laboratorio –ambos son neurocientíficos–, joven y con buenas tetas. Pero la locura de Mia no fue más que una breve psicosis reactiva, y a la semana y media la dejaron marchar de la clínica donde había sido internada. Y éstos son los prolegómenos del verano en que Mia regresa a Sonden, la ciudad de su infancia, donde aún vive su madre en una residencia para ancianas activas e independientes.
Será un verano rabioso en lo personal y reflexivo en lo intelectual, porque Mia es poeta, con varios libros publicados. Alquila una casa, se relaciona con sus vecinos, una joven recién casada con dos niños y un marido que despierta en Mia sospechas de maltrato, y visita cada día a su madre, de más de ochenta años, y a su grupo de amigas, «los Cisnes», que son cinco –la mayor ya ha pasado los cien años y morirá en el curso del verano– y se mantienen activas, vivas e imbatibles. Y recupera los recuerdos de su infancia, y descubre algunos secretos de la femineidad de otras generaciones, como los tapices que borda en secreto una de los Cisnes, que esconden en bolsillos y pliegues ocultos escenas eróticas, o blasfemas, o acres burlas al mundo.
Mia también dirige un taller de poesía con un grupo de estudiantes en el instituto de Sonden. Y con la producción literaria de las adolescentes, la eclosión de su femineidad y sus crueles conspiraciones, las historias y las vidas de los viejos Cisnes y los incidentes del joven matrimonio, más su propia vida, Mia urde esta veloz, brillante comedia feminista, de inesperado final…
¿Por qué me decidí a leerlo?
Es una autora de la que ya he leído más libros y todos me han gustado mucho, así que quiero ir conociendo toda su obra, poco a poco. Ahora le ha tocado a esta novela, de la que me habían hablado muy bien algunas de mis amigas “leonas”.
¿Mereció la pena?
Me ha gustado mucho esta novela en la que se tratan muchísimos temas. Como resumen podría decir, igual que comentó su autora cuando la presentó hace años, que es una novela feminista. El primer tema que trata es el abandono por parte del marido de la protagonista, para hacer una pausa. Que, como bien dice ella, es una pausa francesa, más joven y con las tetas más grandes. Ella tiene que ingresar en un hospital psiquiátrico porque no se lo esperaba, ya que el matrimonio parecía que funcionaba bien. Un tema muy actual, el de un hombre maduro que se cansa de su vida tranquila en el matrimonio y se enrolla con una chica joven. A la orden del día, vamos. Pero lo cierto es que la protagonista lo cuenta con mucha ironía y bastante humor. Intenta olvidar marchándose todo el verano a su ciudad natal y se encuentra, por un lado, con su madre y sus amigas, y, por otro, con unas alumnas a las que da clase de poesía, y una vecina con hijos muy pequeños. Y allí surge la catarsis para ella. Se aleja del drama que tiene en su casa para adentrarse en otros, los de otras mujeres de muy diferentes edades. Desde las adolescentes a las ancianas, pasando por la joven vecina, gracias a ellas empieza a ver las cosas desde otro punto de vista.
El título me ha parecido genial, por ese vínculo que va formando solamente con otras mujeres y sus vidas. Aunque también hay un personaje que está presente en toda la novela, constantemente, el marido que se ha ido con “pausa”, que es como llama a la joven con la que se ha ido su marido. Entre medias de todos estos personajes, la autora teoriza con mucho humor sobre ciencia, trastornos mentales, pero, sobre todo, resalta las diferencias que existen entre los hombres y las mujeres a nivel biológico y a nivel sexual. Y esta parte de la novela no resulta aburrida, por el contrario, es muy amena. Va mostrando que, durante muchos siglos, y también en la actualidad, en casi todos los ensayos que se han hecho se piensa que el hombre es más completo que la mujer. Y si sale algún estudio en el que se valora más a las mujeres, enseguida es corregido por otro autor, para dejarnos por debajo de ellos. Todo esto escrito en primera persona, queriendo contar todo lo que hace durante su estancia veraniega en su ciudad y lo que piensa, con mucha retranca.
Aparte de toda la carga feminista del libro, también se habla de otros temas importantes. Como lo mucho que nos gusta a los seres humanos hacer daño a quienes tenemos al lado y cómo a veces el odio que sentimos hacia otros se puede convertir en algo muy dañino, para el otro y para nosotros mismos. También trata sobre cómo no todos somos iguales, y cómo los muy diferentes crean mucho rechazo alrededor, porque se espera que estemos cortados por el mismo patrón y sin ideas propias. Se habla en esta novela de algunos temas tabús, como son la menstruación, dar de mamar en público o las enfermedades mentales, que se procuran evitar porque a algunos suelen pensar que es algo sucio o de mal gusto. Además, es muy importante el tema de la vejez, lo triste que pude ser el paso del tiempo, la muerte y la pérdida de los seres queridos. En resumen, una novela que habla de todas estas cosas, pero de una forma que resulta muy entretenida y, a ratos, muy divertida.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien le gusten los libros feministas, en los que se habla de todos los temas que nos pueden afectar a las mujeres, de manera entretenida.
Ritmo de lectura
Rápido.
¿Leerías algo más de la autora?
Poco a poco voy a ir leyendo toda su obra.
Hola querida Gata, pues me ha gustado bastante la novela que nos has traído, y eso que no soy mucho de novelas intimistas, pero me gusta eso del sentido del humor. Voy a ver si lo cotilleo un poco
Un besazo