Sinopsis
Harriet Burden fue una personalidad enigmática del arte neoyorquino de los años ochenta y ahora, años después de su muerte, su figura es objeto de una indagación académica. Una indagación detectivesca, porque la personalidad de Harriet es poliédrica, provocadora y desconcertante. Conocida en vida como esposa del poderoso marchante Felix Lord, madre de dos hijos, perfecta anfitriona de cenas que reunían a lo más selecto del mundillo cultural neoyorquino y mecenas de jóvenes artistas, Harriet fue, ante todo y pese a la incomprensión de muchos, una artista ninguneada por su condición de mujer en un entorno marcado por un soterrado machismo. Y, para denunciar esta situación, puso en marcha un experimento artístico transgresor, exponiendo su obra a través de tres jóvenes promesas masculinas que se convertirían en sus máscaras: Anton Tish, Phineas Q. Eldridge y el desquiciado Rune.
Pero en este ambicioso y arriesgado juego con la manipulación de la identidad no todo está bajo control, y los egos, los anhelos y las pulsiones sexuales desatarán unas tempestades cuyos resultados escapan al dominio de quien ha puesto en marcha el mecanismo y desembocarán en una muerte ritual y perturbadora.
El resultado es un ejercicio literario brillantísimo, una narración polifónica que, a partir de los diarios de Harriet, los testimonios de quienes la conocieron y las críticas y artículos de la época, reconstruye la personalidad y la radical propuesta estética de esta mujer, su juego de máscaras, falsas identidades y mentiras, para denunciar las mezquindades de quienes manejan los hilos del mercado del arte. Siri Hustvedt nos regala una prodigiosa novela sobre el papel de la mujer como creadora y sobre las bambalinas de museos y galerías, pero también una reflexión sagaz sobre la identidad, la ambición, el deseo y el engaño.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Os dije en otras reseñas (Todo cuanto amé y Recuerdos del futuro) que me gustaba mucho la autora, recién descubierta para mí, y que quería seguir leyendo toda su obra. Este, además, alguien me lo recomendó por Instagram.
¿Mereció la pena?
La autora ha vuelto a conseguir que me quede enganchada al libro y, sobre todo, por la forma tan original en que lo presenta, de los prejuicios antifemeninos que hay en el mundillo del arte. Estos prejuicios hacen que la protagonista realice el experimento de presentar su obra bajo la firma de tres artistas masculinos, que consiguen el éxito, y uno le roba ese éxito negándose a decir que la obra es de ella. Partiendo de esta premisa, la novela se convierte en un puzle para desentrañar, una vez que ha muerto la artista, si fue en verdad la autora o no. En ese puzle están los diarios de la protagonista, entrevistas con sus hijos, con amigos, con críticos de arte y con todo aquel que la hubiera conocido, y cada uno nos va contando su verdad, que no tiene que ser la de los demás. Pero con todos estos datos nos hacemos idea de muchas cosas. De la obra de la artista y de su personalidad, pero también del juego que hay en el mundo del arte, con sus máscaras, sus engaños artísticos y cómo son los que manejan este mundo tan superfluo y embustero.
Es un alegato feminista, eso queda claro, pero no se queda solo en eso. Porque recreando el complejo mundo del arte nos hace una buena disección del ser humano, sus miedos, lo influyente que es tu vida familiar en el devenir de tu personalidad, lo mezquina que puede llegar a ser la gente y, como he dicho antes, también una crítica feroz al mundillo artístico que tan bien parece conocer la autora, porque ya lo he visto reflejado en otra de sus novelas.
Nos cuenta muy bien que para que una obra artística guste depende de muchas cosas, y de que seas hombre o mujer, gusta mucho más la de los hombres. Pero también influye la raza; que seas ya célebre, porque se te consiente mucho más; y a veces tu condición sexual también hace que no vendas tanto, dependiendo del público al que va dirigido. En fin, que no deja títere con cabeza en el mundo del arte, donde todo es una gran mentira y no siempre lo más importante es la calidad de la obra.
Me ha gustado mucho la variedad de escrituras que presenta la autora, porque cada uno de los testimonios que aporta son muy variados y con diferentes matices. Cada uno tienen un estilo muy diferente, desde los diarios, a artículos de prensa o entrevistas, cartas… y eso hace que te lo cuenten cada uno desde su distinto punto de vista, pero los hechos son los mismos en todos los casos.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os gusten los libros complicados, porque este no es un libro fácil. A los que os guste ese mundo del arte artificial y mentiroso. A los que os guste la autora, porque aquí da otra vuelta de tuerca a su obra.
Ritmo de lectura
Rápido.
¿Leerías algo más de la autora?
Quiero leer todas sus obras.