Sinopsis
Penélope tiene once años y siempre se ha sentido distinta a los otros niños; su pelo es gris desde que era pequeña y, a veces, puede oír las palabras de su madre antes de que ella hable. Un día, al despertar, descubre que su pelo se ha vuelto rojo brillante y que además ¡puede volar!
Penélope está decidida a descubrir por qué es capaz de hacer cosas que nadie puede y para ello emprende un viaje en el que la magia será su mejor aliada. En esta arriesgada aventura contará con la ayuda de fuerzas y seres extraordinarios y descubrirá que las cosas no siempre son lo que parecen.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Porque he decidido hacer dos retos de lectura en 2022 y la premisa de enero de uno de ellos (de La Lectora de Libros) era leer «Un libro donde haya magia». Seleccioné varios que tenían la palabra magia en el título, y reconozco que acabé eligiendo este porque me parecía que era el más corto.
¿Mereció la pena?
Me ha gustado, sobre todo porque me ha recordado lo que me hicieron sentir algunas historias que leí en mi infancia, como Pippi Calzaslargas, de Astrid Lindgren, El bolso amarillo, de Lygia Bojunga Nunes, Josefina, de María Gripe… Las protagonistas son chicas muy válidas, pero que no encajan del todo en el mundo que les ha tocado vivir. En el caso de Penélope es algo que tiene que ver con la magia. Le han ocultado durante años que ella tenía algo muy especial, que los demás no tienen, aunque sí que notaba que le pasaban algunas cosas extrañas. La parte de ocultar ese don especial también me ha recordado a otras historias, pero me ha parecido que las formas de ocultarlo y de descubrirlo eran bastante originales. La única pega que le pondría es que me ha parecido que condensaba mucho la historia. Pasan muchas cosas en muy pocas páginas (en la edición digital unas 150 páginas) y no me hubiera importado que se desarrollara algo más.
Penélope vive con su madre, con su abuela materna y con Cucuu, que era la gata de su padre. La abuela Erlinda me pareció el personaje más original. Muy práctica, pero al mismo tiempo un desastre para algunas cosas, como cocinar o guardar secretos. La madre casi podría hacer un papel de mala, aunque luego se entiende por qué ha tenido a su hija en la más absoluta ignorancia sobre su padre o sus poderes. Penélope me ha gustado porque tiene una personalidad compleja. A veces es un poco cabezota y parece que quiere hacerlo todo sola, pero también sabe ayudar a los demás y no es rencorosa. La historia tiene algunos momentos divertidos, como cuando habla con la carretera, que es un poco «especial» y con poca paciencia, o cuando intenta aprender a elevarse. También la forma en que funciona su magia es bastante curiosa, igual que la forma tan natural que tiene la gente de aceptar la magia o lo que no entiende.
Además, habla de otros temas, como lo que supone criarse sin un padre (y no poder ni preguntar por él) o lo que se siente al sentirse abandonada; lo importante que es conocer a gente que te entienda; cómo influyen las emociones en lo que queremos conseguir (concretamente enfadarse, que no ayuda); o lo importante que es ayudar o dejar que te ayuden. Otras cosas no me parecían tan buenos ejemplos, como la cantidad de helados que llegan a comerse en algún momento Penélope y sus amigos, y menos estando en el cine… Me han gustado mucho las ilustraciones, de Annabelle von Sperber. Además de la portada, cada capítulo comienza con un dibujo que representa algo de lo que pasa en él, y me parece muy buen detalle. La traducción es de Alfonso Castelló, subvencionada por el Goethe-Institut (que está financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán). Y me ha hecho preguntarme si el Instituto Cervantes hace algo parecido para dar a conocer obras españolas en otros países.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien quiera leer una historia que mezcla fantasía con otros temas importantes para los niños y niñas.
Ritmo de lectura
Bastante rápido, porque es una historia amena, narrada con un estilo sencillo.
¿Leerías algo más de la autora?
Puede que me lea la segunda parte de esta historia, para saber qué más le pasa a Penélope. Lo malo es que me ha pillado demasiado mayor, si fuera una niña estaría encantada de leer todo lo que publique esta autora.