John Ronald Reuel Tolkien, conocido como J. R. R. Tolkien, nació el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein, Sudáfrica. Conocido por las novelas de El hobbit y El Señor de los Anillos, además fue filólogo, lingüista y profesor universitario. Desde pequeño se le dieron muy bien los idiomas, sobre todo las lenguas germánicas y nórdicas, lo que le facilitó inventar nuevas. En su adolescencia empezó a escribir las leyendas y mitos de la Tierra Media, ya que pensaba que faltaba una «mitología para Inglaterra». Su amigo C. S. Lewis le animó a publicar El hobbit, que había escrito para sus hijos. Después de su muerte, su hijo Christopher publicó notas y manuscritos inéditos como El Silmarillion (originalmente El libro de los cuentos perdidos) y Los hijos de Hurín.

 

Más información:

https://es.wikipedia.org/wiki/J._R._R._Tolkien

Cómo descubrí… El Señor de los Anillos

Reseña:

Cartas de Papá Noel

Efemérides de publicaciones:

21 de septiembre de 1937 – El hobbit

29 de julio de 1954 – La comunidad del anillo (El Señor de los Anillos I)

11 de noviembre de 1954 – Las dos torres (El Señor de los Anillos II)

20 de octubre de 1955 – El retorno del rey (El Señor de los Anillos III)

15 de septiembre de 1977 – El Silmarillion

Frases:

En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad. (El hobbit)

En el principio Eru, el Único, que en la lengua élfica es llamado Ilúvatar, hizo a los Ainur de su pensamiento; y ellos hicieron una Gran Música delante de él. En esta música empezó el Mundo; porque Ilúvatar hizo visible el canto de los Ainur, y ellos lo contemplaron como una luz en la oscuridad. Y muchos de entre ellos se enamoraron de la belleza y la historia del mundo, que vieron comenzar y desarrollarse como en una visión. (El Silmarillion)

—¡El anillo! —exclamó Frodo−. ¿Me ha dejado el anillo? Me pregunto por qué. Bueno, quizá me sirva de algo.
—Sí y no —dijo Gandalf—. En tu lugar, yo no lo usaría. Pero guárdalo en secreto ¡y en sitio seguro! (La comunidad del anillo)

Los otros pueden volver en cualquier instante. Si me encuentran aquí, tendré que discutir y explicar, y ya nunca tendré el ánimo o la posibilidad de irme. (La comunidad del anillo)

Parecía que hubieran dejado el invierno aferrado a las montañas de detrás. Aquí el aire era más dulce y tibio, y levemente perfumado, como si la primavera ya se hubiera puesto en movimiento y la savia estuviese fluyendo de nuevo en hierbas y hojas. (Las dos torres)

Desde que comenzara en mitad de la noche, la gran acometida había proseguido sin interrupción. Los tambores retumbaban. Una tras otra, en el norte y en el sur, nuevas compañías enemigas asaltaban los muros. (El retorno del Rey)