Sinopsis

Emma narra la historia de una joven impulsiva y consentida cuyo principal objetivo es encontrar el marido perfecto para su amiga Harriet, una chica de orígenes humildes. A tal fin, Emma Woodhouse se empeña en manipular a todos los que la rodean, pero, naturalmente, no para de equivocarse y de provocar enredos y situaciones embarazosas. Solamente Mr. Knightley, diecisiete años mayor que ella y hombre de temple y aplomo, se atreve a reprocharle su comportamiento de niña mimada e insensata…

Novela exquisita y genial retrato de la Inglaterra rural de principios del siglo XIX, Emma es una de las obras cumbre de Jane Austen y su protagonista ocupa un sitial de honor en la galería de heroínas inolvidables de la literatura universal.

¿Por qué me decidí a leerlo?

En este caso se trató de una relectura, que surgió por un grupo en Telegram, con gente a la que le gusta Jane Austen (o que crea que le pueden gustar sus novelas). La primera vez que leí esta novela fue después de leer Orgullo y prejuicio, porque quería leer alguna otra novela suya. Además, me sirve para el reto «Todos los clásicos grandes y pequeños», de Las inquilinas de Netherfield, como «clásico cuyo autor falleciese antes de los 50 años», en el nivel 2. Y, tristemente, Jane Austen murió a los 41 años.

¿Mereció la pena?

Sí, porque siempre me encanta releer cualquier cosa de mi querida Jane, y porque en esta relectura me he fijado en muchos detalles que no recordaba. Por eso ahora valoro mucho más la novela que antes. También es que mi historia con esta novela es un poco complicada. La primera vez que la leí, creo que era muy joven, y no conseguí entenderla. Incluso me hice un lío con algunos personajes de los que hablaban sin estar presentes. Más tarde estrenaron la película con Gwyneth Paltrow y me compré la novela en edición de bolsillo (por eso sale una imagen promocional de la película en la cubierta). Volví a leer la novela y ya sí que lo entendí todo, pero seguía sin ser de mis favoritas. Hice otra relectura hace unos años, también como lectura conjunta, y no la disfruté porque tuve que leer comentarios que no me gustaban (es que soy muy fan, y casi cualquier crítica a Jane la llevo mal, qué se le va a hacer). De esa vez recuerdo sobre todo las expectativas que tenían algunas personas, esperando un gran cambio en los personajes, casi de 180 grados. Y yo pensaba (y sigo pensando) que precisamente esos cambios radicales son muy poco creíbles. O, mejor dicho, poco realistas.

Esta cuarta vez, como decía, la he disfrutado mucho más y me he dado cuenta de cosas que no percibí las otras veces, como que se hable de ciertos temas. Por ejemplo, la esclavitud. Todo transcurre en un pequeño vecindario, aunque pasan algunas cosas fuera de él, pero lo fundamental son las relaciones que se establecen por esa vecindad. Y estos personajes que, por gusto o por educación, tienen que tratarse por vivir cerca, son lo más importante de la novela. Al ser de tipo costumbrista parece que pasa poco, y por eso son tan importantes los personajes. Cada uno está bien definido, con su propia personalidad, algunos resultan simpáticos, otros pueden ser desesperantes… Gracias a la lectura conjunta me di cuenta de que no nos poníamos demasiado de acuerdo en quién nos caía mejor o peor. Y también que yo iba un poco contracorriente.

Lo que sí que me parecía más evidente es que la protagonista, Emma, suele caer mejor en las relecturas. Parece que la primera impresión es relativamente mala, pero más adelante se la empieza a tener más cariño y se entiende mejor su comportamiento. Precisamente, quien quiera que escribiera la sinopsis no parece que la tuviera en alta estima. (Por cierto, quité una parte de la sinopsis, en la que decía que Emma busca marido para ella misma, porque es justo lo contrario. Ella no quiere ningún marido, porque sabe que no lo necesita por su posición social y económica). A mí Emma sí que me cae bien. No recuerdo qué me pareció ella la primera vez que leí la novela, pero no creo que me resultara odiosa ni nada parecido. Me parece una joven inteligente, independiente, con buen fondo, pero su entorno la trata como si fuera perfecta. Y eso hace que crea tener siempre razón y que merece un trato especial, pero sin convertirse en una tirana ni volverse desagradable.

Su padre es difícil de tratar, porque cree que cualquier cosa puede hacer enfermar (a él y a los demás) y no para de preocuparse e intenta siempre que sigan sus consejos. Y ahí demuestra Emma muchísima paciencia, y bastante sacrificio, porque por él no ha salido prácticamente de la localidad en la que viven, y su vida social es muy limitada. Por su nueva amiga, Harriet, queda claro que Emma no es demasiado clasista, por lo menos comparada con otros personajes. Porque no se sabe quiénes son sus padres, así que poco podría hacer en sociedad sin que alguien como Emma, rica y de buena familia, sea su protectora. También influye que Emma necesitaba una amiga, porque ha perdido la compañía constante de su antigua institutriz, miss Taylor. Se casó con Mr. Weston, el vecino más cercano, y Emma empezó a pensar que se le daba bien emparejar a la gente. Además, Emma fue incapaz de ser amiga de Jane Fairfax. Otra a la que alaban mucho y que podría haberse vuelto insufrible. Pero en su caso se convierte en una mujer muy reservada, que casi nunca da su opinión ni cuenta qué le pasa. Aunque tampoco pregunta nada, mientras que Emma sí que siente mucha curiosidad por la gente que la rodea.

Incluso Mr. Knigthley, que parece tan perfecto en todo, tiene prejuicios por la amistad de Emma y Harriet, porque cree que Harriet no debería aspirar a un matrimonio fuera de su clase. Igual que no recuerdo qué primera impresión tuve de Emma, sí que recuerdo que Knightley me gustaba mucho. Y más después de ver varias adaptaciones. Pero en esta ocasión me ha resultado un poco cargante, todo el rato dando lecciones y esperando que Emma cambie. Que puede tener toda la razón, pero eso también puede ser irritante. Frank Churchill es otro personaje interesante, que no es que me cayera bien, pero sí que anima bastante la historia por su forma de ser. Es otro ejemplo de consentido, al que le perdonan todo, pero creo que salió peor que Emma. Pero para mí el más desagradable es Mr. Elton, y algún que otro personaje más relacionado con él, pero por no destripar nada a quien no conozca la historia, mejor no digo nada más. (Y también porque me está quedando una reseña muy larga).

Una de las cosas que más me gustan de Jane Austen es su sentido del humor, su ironía. Y cómo usa ese humor para criticar ciertas situaciones que se producían en la sociedad de su época. A veces su ironía es muy sutil, casi entre líneas. Pero otras veces es muy evidente, y creo que en esta novela se aprecia bastante bien, sobre todo con dos personajes. El primero es Mr. Woodhouse, el padre de Emma. Puede que en la vida real resultara desesperante alguien así, pero en la novela resultan muy divertidas sus exageradas preocupaciones, y resulta entrañable lo bien que le tratan y cómo intentan no disgustarle demasiado. O directamente manejarle para que cambie de opinión y ceda. Y la segunda, Miss Bates, la tía de Jane Fairfax, que no para de hablar y va pasando de una situación a otra con una lógica que parece que solamente ella entiende. Suele caer muy simpática, aunque yo me la imagino como vecina, y creo que también intentaría evitarla, como hace a veces Emma…

¿A quién se lo recomiendo?

A quien quiera leer una novela clásica, costumbrista, con algunos enredos, problemas en el vecindario, amores y desamores… Y con un humor irónico que a mí me parece una delicia. Por supuesto, muy recomendable a quien le guste Jane Austen, pero no haya leído esta novela, o a quien solamente haya visto alguna adaptación, para que entienda mejor la historia.

Ritmo de lectura

Como era lectura conjunta, se leyó en cinco semanas. Si lo hubiera leído yo sola, hubiera tardado menos, porque esas cinco semanas incluyen las pausas entre tanda y tanda. Pero el ritmo hubiera sido el mismo, medio tirando a rápido.

¿Leerías algo más de la autora?

Ojalá pudiera leer algo que fuera una novedad para mí, pero solamente me queda releer y releer…