Sinopsis

Selma Lagerlöf (Marbacka, 1858-1940) publicó la novela titulada El emperador de Portugalia en 1914, que es considerada por la crítica como su última gran obra y una de las obras más importantes de la literatura sueca, incluida en el canon literario de ese país. La novela, una historia fantástica sobre mentiras y verdades, transcurre en la Värmlandsberättelse natal de Lagerlöf. La genial combinación de talento narrativo y penetración psicológica que caracteriza toda la obra de la escritora sueca alcanza su punto culminante en esta novela. El emperador de Portugalia (que la propia autora consideraba «un rey Lear sueco» al abordar, al igual que Shakespeare, el conflicto generacional y la relación entre padre e hija) es una historia profundamente perspicaz y cautivadora, un melancólico poema en prosa sobre el poder del amor en nuestras vidas, su capacidad de decepción y su poder sanador.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Nada más ver que para el nivel 4 del reto «Todos los clásicos grandes y pequeños», de Las inquilinas de Netherfield, tenía que leer un «libro o autor que hayan sido galardonados con un premio de literatura» tuve claro que por fin leería una obra de Selma Lagerlöf, la primera mujer en conseguir el Premio Nobel de Literatura. Y justo en la Feria del Libro de Madrid de 2023 me había comprado este, por su título tan peculiar…

¿Mereció la pena?

Sí, mucho, y me ha sorprendido que me gustara tanto, porque tenía el prejuicio de que me costaría leer sus obras por haber ganado el Nobel. Pero su estilo me ha gustado, por ser sencillo y cercano, más que una novela parece un cuento. No conozco mucho el movimiento literario llamado «realismo mágico», que empezó años después de que se publicara esta novela, pero creo que podría considerarse que es algo similar. Aparecen algunos fenómenos inexplicables que entrarían dentro de lo sobrenatural, que se asumen como si fuera algo normal. Y, aunque a mí siempre me gusta que todo tenga una explicación, en este caso me parecía que no desentonaba con la historia que se estaba contando. Todo lo que ocurre está narrado en tercera persona, y la narradora conoce todos los pensamientos, deseos y esperanzas de los personajes. Según la sinopsis, tiene cierto parecido con El rey Lear, de Shakespeare, pero no lo he notado realmente. (Mientras leía ni lo pensé, al hacer la reseña leí un resumen de la obra de teatro y de la leyenda, y tampoco encontré gran semejanza).

El final me ha resultado triste, y me dio mucha pena terminar esta lectura. Pero me ha encantado el personaje de Jan, de principio a fin, incluso cuando cambia en su forma de actuar. Y, sobre todo, por el gran amor que siente por su hija. Me conmovió muchísimo cómo este hombre, que no esperaba nada de la vida y hasta creía que un bebé sería un incordio, descubre lo que es el amor incondicional al ver a su pequeña recién nacida. Además de ser buen padre, también demuestra ser buena persona, ayudando incluso a quien no se lo merece. Su hija, Klara Fina, me gustó mucho de pequeña, me dio pena de adulta, y a ratos también me cayó bastante mal. Su madre, Kattrinna, me pareció que iba de menos a más. Al principio parece demasiado amargada por su situación con Jan o la de su hija en común, pero luego algo cambia en ella. En el vecindario hay todo tipo de personas, más o menos solidarias, pero destaca Lars, que me resultó odioso cada vez que aparecía.

También me parece que puede considerarse una novela un poco psicológica. Creo que demuestra lo maravilloso, pero también peligroso, que puede llegar a ser querer tanto a una persona. De una forma tan ciega que impide ver lo que realmente pasa con ella. Hasta casi la mitad del libro no entendí a qué hacía referencia el título. Y me sorprendió el giro, pero me parece que muestra lo que podría considerarse un “atajo” del cerebro cuando trata por todos los medios de negar la realidad. Con Ingeborg la Loca también se plantea cómo esa sociedad trata a la gente que tiene comportamientos que no se consideran «lo normal». Me sorprendió un poco que las reacciones fueran relativamente positivas. Un tema importante es cómo cambian las relaciones dentro de las familias, cuando los hijos e hijas se hacen adultos, y los papeles empiezan a cambiar. Y, además, tiene parte de crítica social, por las pocas salidas económicas que tenían las mujeres, los abusos de las clases dominantes, las pocas esperanzas de prosperar de la gente más pobre…

¿A quién se lo recomiendo?

A quien quiera leer una novela con una preciosa historia sobre el amor de un padre hacia su hija, y con toques de lo que podría llamarse realismo mágico. Aunque, como comenté antes, no soy una experta en ese género.

Ritmo de lectura

Bastante rápido, porque no es muy largo.

¿Leerías algo más de la autora?

Seguramente sí, con lo que me ha gustado esta primera obra que leo de ella.