Sinopsis

Cuando el amor descubre el sentido más profundo de la vida.

Marzo, 2020. Un profesor abandona Madrid por prescripción médica, va hasta una cabaña en la sierra y conoce a una mujer apasionada quince años menor. Él se llama Salvador; ella, Montserrat, y entre los dos crece una confianza plena e inesperada, llena de revelaciones.

Sus encuentros son un gran baño de luz. Salvador se ilusiona y le cambia el nombre, la llama Altisidora, como un personaje del Quijote. Ambos se enamoran y construyen una relación madura, con las prevenciones propias de sus cuerpos y recuerdos: el pasado reaparece constantemente.

Los besos es una novela de amor romántico e idealizado, pero también de piel y amor carnal, de cómo en mitad de una crisis universal dos seres humanos intentan regresar a la patria biológica y atávica del erotismo, ese lugar misterioso donde hombres y mujeres encuentran el sentido más profundo de la vida.

¿Por qué me decidí a leerlo?

De este autor ya había leído Ordesa, y me gustó, así que quería seguir leyendo más obras suyas. Y como esta novela habla de la época de la pandemia, me interesó bastante, por ver cómo se describía parte de lo que nos ocurrió durante el confinamiento.

¿Mereció la pena?

Siempre merece la pena leer libros y por qué no iba a merecer la pena haber leído este, a pesar de que no era lo que esperaba. A veces me monto mi propia película mental al leer la sinopsis y luego tiene poco que ver con la realidad, que puede que sea lo que me ha pasado con este libro. Esperaba más una historia y lo que me he encontrado es una serie de reflexiones y pensamientos, no sé si del autor, o por lo menos sí del protagonista, y lo cierto es que no coincidía con casi ninguno de ellos. Con el protagonista no he empatizado en casi ningún momento. Su historia de amor me ha parecido insulsa y, a pesar de que creo que está escrito con muchísima ironía y seguramente el escritor no piensa como su protagonista, me ha parecido que no da una imagen real del confinamiento.

Primero voy a hablar de la historia de amor, que sería la trama del libro. Me ha parecido un amor muy tonto, muy idealizado y muy poco real. Al final, incluso un poco enfermizo. Siempre intentando idealizar a esa mujer, muchos años menor que él, y en vez de disfrutar de la fortuna de poder vivir un amor de madurez, se dedica a pensar cómo hacerla tan irreal que cae por su propio peso. Puede que el confinamiento hiciera que algunas parejas se conocieran e intentaran disfrutar de un amor que solamente iba a durar unos meses. Pero, si te das cuenta de ello, como parece que hace el protagonista, disfrútalo y deja de darle vueltas al asunto. Si se idealiza algo mucho, tarde o temprano, y más bien temprano, todo se vendrá abajo.

No todo va a ser negativo en esta reseña. Es cierto que, en algunos momentos de la novela, cuando él deja de idealizar a esa mujer y ese amor, en la parte carnal del libro explica que, en momentos críticos de la vida, las personas intentamos resarcirnos con nuestra parte biológica, con el erotismo, con el sexo, y también con el amor. Que enamorarnos lo debemos hacer siempre, tengamos la edad que tengamos, porque eso nos hace tener una ilusión y llena nuestra vida. Seguramente estar enamorados nos salva de la frustración o de la locura. O de la tristeza. Y en un estado como el del confinamiento nos puede ayudar a sobrellevarlo de mejor forma, porque se deja de pensar en esas restricciones.

Así, en capítulos cortos, el protagonista va contando en primera persona su día a día y también ese amor idealizado. El confinamiento hace que tenga recuerdos de su juventud, en el colegio mayor, con el que parece que fue su gran y raro amigo. Tampoco cuenta nada más de su vida, pero eso sí, filosofa sobre todo lo que se le pasa por la cabeza. Muchas veces basándose en el Quijote, que es el libro que se ha llevado al confinamiento en las afueras de la gran ciudad. Entre medias, por no sentirse privado de la libertad de la que todos estuvimos escasos, él se salta el confinamiento y roba en los supermercados. No sé si realmente con esas cosas una persona se puede sentir realizada, por eso he dicho antes que no he empatizado para nada con el protagonista.

¿A quién se lo recomiendo?

A quien le gusten los libros donde hay poca historia y muchas reflexiones y pensamientos del protagonista.

A quien le guste el autor, porque es cierto que tiene una forma muy personal de escribir.

Ritmo de lectura

Lento, sobre todo cuando llegaba a las disertaciones filosóficas sobre la vida.

¿Leerías algo más del autor?

Nunca me cierro a ningún autor.