Sinopsis
Un thriller tenso y adictivo convertido en una serie de HBO. Todo en la vida de Jill y sus amigas es como de película. Carismáticas, intocables, destinadas a triunfar: sacan las mejores notas, organizan las fiestas más locas y todos en el instituto sueñan con ser como ellas. Y este va a ser el año de Jill, fijo. A no ser que el pasado se lo impida… Hace tres años, su mejor amiga Shaila fue asesinada por su novio, Graham. Él confesó, cerraron el caso y Jill intentó seguir con su vida. Pero, cuando empieza a recibir mensajes que defienden la inocencia de Graham, su año perfecto se viene abajo. Si él no mató a Shaila, ¿quién lo hizo? Jill tiene que descubrir la verdad… aunque haya alguien dispuesto a todo para enterrar el pasado.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Primero por el título, me pareció muy sugerente. Quería saber quiénes eran esas «nosotras» y por qué alguien querría ser como ellas. Al mirar la sinopsis lo que me convenció, aparte del misterio, fue lo de la adaptación como serie en HBO (luego he visto que más bien está en proyecto). Podría parecer una razón algo extraña, y lo es. Se debe a que me encantan las series de misterio. Y últimamente encuentro muchas de misterios con adolescentes, sobre todo centradas en sus vidas en el instituto. Así que las veo, pero luego no leo las novelas en las que se basan (porque si ya sé qué va a pasar, ¿para qué?). Y pensé que, por una vez, podría leer la novela primero (y probablemente no ver la serie).
¿Mereció la pena?
No ha estado mal, aunque lo que más me ha gustado no ha sido la trama de misterio precisamente. Porque me pareció muy predecible. Desde casi el principio se sabe que Shaila fue asesinada, supuestamente por su novio, Graham. Y, a pesar de que la narradora, Jill, va contando lo que sabe muy poco a poco, enseguida sospeché qué había pasado y de quién había que sospechar. Lo que más me gustó fue el personaje de Jill, por su evolución y sus dilemas morales. Empezando por si debería o no remover el pasado para saber si Graham de verdad era culpable. No es del todo sincera en lo que narra, o más bien, no cuenta todo lo que sabe desde el principio. Y tampoco es sincera con sus amigos, precisamente por esa investigación secreta que lleva. Pero es que tampoco el resto de los personajes parecen muy de fiar, sobre todo porque algunos no quieren perder los privilegios que tienen.
No estaba muy enganchada, y creo que era por tener tan dosificadas las dosis del suspense. Cuando ya iba tomando forma la trama de misterio y se saben muchas más cosas del pasado, empecé a tener más ganas de seguir leyendo y llegar al final. También me hubiera gustado que desde el principio hubiera aclarado quiénes eran los «Jugadores». Creo que tarda demasiado en explicarlo, puede que para aumentar el suspense o porque como Jill lo tiene tan interiorizado, no cree que necesite explicarlo. Pero a mí me desconcertaba, e incluso aburría, no saber por qué eran una especie de élite en ese instituto. Por el título y la sinopsis me esperaba muchas más fiestas o momentos en los que estas chicas son envidiadas. Y más bien los que sobresalen son los chicos. Porque a ellas las dejan como secundarias en el grupo, aunque al mismo tiempo exigen más de ellas que de ellos en ciertas pruebas. Y me gustaba que Jill se diera cuenta de esas diferencias, debidas al machismo.
Como decía, me gustaba conocer las dudas y dilemas de Jill, y también sus relaciones. Con su hermano Jared, que podría entrar en el mismo grupo que ella; Henry, su novio, con el que se lleva bien, pero no termina de funcionar la relación; Adam, su amor platónico y con el que tiene mucha complicidad; Nikki, otra amiga de Shaila, que se convierte en la mejor amiga de Jill, porque se unieron mucho tras la tragedia; Quentin, Robert y Marla, otros tres «Jugadores» de último año, como Henry, Nikki y Jill. Además, van surgiendo otros personajes, algunos importantes en el pasado, como Rachel, hermana de Graham y novia de Adam; Jake, uno de los personajes más desagradables de toda la historia; Kara, otra amiga íntima de Shaila, pero no del instituto; o el profesor Beaumont, que parece demasiado colega de los alumnos, y especialmente de Shaila.
La traducción es de Alícia Astorza, y no sé si sería responsabilidad suya el título. Creo que debería ser «desean» en lugar de «sueñan». Porque el verbo desear implicaría un anhelo mayor. Y que la gente podría hacer ciertas cosas censurables por ese deseo, o que salga todo mal, como indica la expresión «cuidado con lo que deseas» (en inglés, (be) careful what you wish for). Los sueños me dan la sensación de ser más inocentes (y menos problemáticos). Además de sobre el título, este libro me hizo reflexionar sobre las amistades en la adolescencia, que parecen más circunstanciales que basadas en afinidades; en cómo se trata la menstruación en los libros (aquí se menciona la primera vez, y es muy poco frecuente que se trate el tema); o lo que significa merecer algo o si lo que tiene que prevalecer es el esfuerzo. Y también, como en muchas series americanas que veo, la exagerada presión que sienten los estudiantes de instituto por el tema de las universidades. Las decisiones que toma Jill al final me parecieron muy buenas.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien quiera leer una novela con algo de suspense y misterio, aunque bastante centrada en problemas de adolescentes.
Ritmo de lectura
Bastante rápido. A pesar de no estar muy enganchada, la lectura me ha resultado bastante ágil, porque el estilo es sencillo.
¿Leerías algo más de la autora?
Esta es su primera novela, y tiene otras dos más sin traducir. Puede que sí que lea algo más de ella, porque los títulos y las sinopsis me llaman la atención.