Sinopsis
Durante buena parte de esta novela Gonzalo es un poetastro que quiere ser poeta y un padrastro que se comporta como si fuera el padre biológico de Vicente, un niño adicto a la comida para gatos que años más tarde se niega a estudiar en la universidad porque su sueño principal es convertirse –también– en poeta, a pesar de los consejos de Carla, su orgullosamente solitaria madre, y de León, un padre mediocre dedicado a coleccionar autitos de juguete.
El poderoso mito de la poesía chilena –un personaje secundario dice, aludiendo a los veredictos de la Academia Sueca, que los chilenos son bicampeones mundiales de poesía– es revisitado y cuestionado por Pru, una periodista gringa que se convierte en testigo accidental de ese esquivo e intenso mundo de héroes e impostores literarios.
«La verdadera seriedad es cómica», decía Nicanor Parra, y esta novela sobre poetas que desprecian las novelas lo demuestra brillantemente.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me lo he ido encontrando por muchos sitios, en las redes, en la prensa, en la televisión…, siempre con buenas críticas. De vez en cuando me gusta leer literatura latinoamericana y me apetecía leer a este autor chileno.
¿Mereció la pena?
Me ha gustado mucho esta novela en la que se habla de cómo un padre puede no ser la mejor persona para un hijo, y, por el contrario, un padrastro puede ser una buena influencia para toda la vida. A pesar de los genes, solamente con mucho cariño y dedicación, ese padrastro está a la altura de un padre biológico, o más incluso, aunque sea compartiendo solo unos pocos años de sus vidas. Pero al hijastro sus enseñanzas se le quedan para siempre, a pesar de no volver a tener trato con él. Para mí este es el tema principal del libro, pero luego por todo él se deja ver el gran universo de la poesía chilena, con grandes autores como Gabriela Mistral, Neruda, Nicanor Parra… Porque parece que todos los chilenos llevan un poeta dentro, y hay una legión de ellos, que es lo que nos enseña una periodista norteamericana durante la segunda parte de la novela. Pero que no os asuste, porque, aunque se habla de poetas chilenos, no os aburriréis. Incluso si no os gusta la poesía, porque la periodista cuenta cómo son ellos, más que su obra, y todas estas descripciones de poetas chilenos están hechas con mucho humor.
Un libro muy divertido, una declaración de amor a la poesía, que con una prosa preciosa nos traslada al Chile de los años 90, lleno de poetas de todas las edades. Con un padrastro y un hijastro que también son poetas, y hasta tiene como protagonista al antipoeta Nicanor Parra, al que por lo visto Alejandro Zambra llegó a conocer en persona, en un pasaje del libro que resulta de lo más entrañable.
La novela está dividida en dos grandes partes. En la primera conocemos a los protagonistas, es la parte más familiar. Con ese padrastro que adora al niño y lo trata como si fuera su propio hijo. También nos cuenta que quiere ser poeta, pero el amor se muere y no consigue que la familia entera se vaya con él a Estados Unidos, por lo que el niño y la madre siguen en Chile. La segunda parte es más la literaria. Han pasado los años y ese niño es adulto, y también quiere ser poeta. Conoce a una periodista americana que va a escribir un libro sobre los poetas chilenos, porque es un país lleno de ellos. Esta parte es la que más habla del esfuerzo de escribir, de conocer y respetar los escritos de los demás poetas, de la veneración que se puede llegar a sentir por algunos. Y de cómo ese niño, ya adulto, quiere ser poeta, como su padrastro.
Todo el libro tiene mucho humor. Se ríe bastante de los poetas chilenos, pero sin ninguna maldad. Se habla de ellos con cariño, sobre todo porque son capaces de escribir versos, pero también por su pertenencia a un grupo, en este caso al de los poetas, y también al de un país, porque son chilenos.
¿A quién se lo recomiendo?
Recomendada para todos los que busquen muchos temas en las novelas. Porque en esta se habla de muchos, de la familia, de amor, de deseo, de pertenencia a un grupo, de leer y de escribir, de cómo el mundo se nos está desmoronando poco a poco, o de lo mucho que se desconfía de las instituciones y de los políticos.
Ritmo de lectura
Rápido para las casi 500 páginas que tiene el libro.
¿Leerías algo más del autor?
Es lo primero que leo de él y quiero seguir leyendo su obra.