Sinopsis
La aparición de un mechón de pelo junto a un inquietante anónimo provoca la reapertura del «caso Alicia», la joven asesinada hace quince años en un monte de Cantabria; el hecho podría confirmar una terrible sospecha: ¿y si el autor del crimen no fuera el hombre encarcelado por ello hace más de una década?
La eficiente y metódica inspectora Herreros se verá obligada a liderar la investigación entre un Bilbao opresivo y un Madrid frenético mientras seguimos los pasos en primera persona del inspector Brul, su jefe y mentor, el hombre que mantuvo una relación con la víctima meses antes del suceso.
Herreros y Brul, dos caracteres arrolladores, una fuerte atracción física, se sumergen en un crudo entramado de poder, mentiras y violencia. ¿Quién era Alicia? ¿Qué oculta Brul? El coste de la verdad marcará para siempre a los protagonistas.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Cuando estaba mirando libros de intriga y suspense vi la portada y me intrigó que destacaran el tema del mechón y el mensaje del asesino: «Esta era ella. Este, su pelo. Yo, su asesino”. También leí muy buenas opiniones de él, así que ¿por qué no leerlo?
¿Mereció la pena?
Cuando terminé de leerlo pensé que no hubiera pasado nada si no me lo hubiera leído. No es que haya sido una completa pérdida de tiempo, pero reúne casi todo lo que no me gusta en una novela que espero que sea puro suspense. Resumiendo: distraerme del suspense de la trama principal con otras historias; que los investigadores sean unos inútiles, aunque aseguren que son de lo mejor que hay; que la vida y los problemas de los investigadores influya demasiado en cómo llevan la investigación; un misterio que me resulte facilón (enseguida me imaginé qué estaba pasando, así que pocas sorpresas me llevé); y que una trama más o menos «simple» acabe complicándose y complicándose porque hay muchos intereses detrás… Me asombré al ver que en digital la novela tiene 497 páginas, me pareció muy larga para ser de suspense. Y creo que con menos páginas la hubiera disfrutado más. No es que piense que tiene páginas de puro relleno, es que parte de lo que cuenta a mí me dejó de interesar. Y creo podría haber reservado algo de la extensa trama para escribir una continuación, por ejemplo.
La historia está contada casi toda en primera persona por dos personajes, Natalia y Álex, que se van alternando. Y con muy buen ritmo narrativo. También aparecen algunas partes en tercera persona, como el comienzo, que te hace temer lo que le pueda pasar a una joven, y los correos electrónicos que manda alguien que dice ser el asesino. En estos correos se revelan episodios de la vida de Alicia que muy poca gente conoce. Gracias a Natalia y a Álex vamos sabiendo cómo avanza la investigación, y también mucho sobre sus sentimientos. Y lo de avanzar es un decir. La investigación inicial, quince años antes, parece una chapuza, pero cuando ellos dos reabren el caso no es que lo hagan mucho mejor. Había momentos en que yo pensaba: «ahora harán tal o cual con esto que han encontrado/descubierto», pero no. Tardaban bastante en seguir esa pista porque no se daban cuenta de la importancia que tenía. Eso sí, los «retrasos» servían para que algo que parecía que no tenía solución sí que la tuviese.
Los personajes me parecieron bastante buenos, aunque algunos demasiado exagerados, sobre todo en su papel de malvados. Lo que no me convenció tanto fue el uso de los dos narradores. Me parecía muy bien ir sabiendo lo que pensaba cada uno, aunque a veces había saltos temporales y me hubiera gustado saber cómo terminaban ciertas escenas entre ellos dos. Entiendo que eso daba suspense al terminarse el capítulo, pero que luego, cualquiera de los dos, despachara lo que pasó con una simple línea o un pequeño resumen me parecía un poco frío. A la autora se le da muy bien mantener la tensión sexual, y eso me tuvo bastante enganchada, hasta que me di cuenta (al llegar al 42% del libro) que habría demasiadas vueltas en ese tema. Pero la pega que le pongo es que no me parecía estar leyendo a dos personas distintas que cuentan qué está pasando desde su punto de vista. Salvo por pequeños detalles, como pintarse o la ropa que llevaban, o que hablaran de sus familias, creo que no era tan fácil distinguirlos. Es decir, se sabía quién era quién por el contexto, pero no me parecía que tuvieran una voz realmente propia y distinguible de la del otro.
Dos cosas me intrigaron. La primera es el título. No tenía ni idea de por qué se llamaba así esta novela. Luego he visto que sí que hay una referencia a él, se usa la frase completa, pero ni me di cuenta (ha sido gracias al buscador del ereader). Pero no sé por qué elegir esa expresión y no otra. Ni si fue decisión de la propia autora o de la editorial. Aunque con la búsqueda descubrí que varias veces se describe el cielo (azul, negro, plomizo, estrellado…) o se usan expresiones como «clamar al cielo», «remover cielo y tierra» o «caer del cielo». Así que probablemente fue idea de la escritora. Y la otra, de la cual me enteré al leer los agradecimientos, es que la autora firma con seudónimo. Entonces pensé que podría ser alguien de la policía, que prefiere mantener el anonimato por no quedar demasiado expuesta. Pero según he leído en internet no es nada de eso, se dedica a algo de formación en Ingeniería y vive en el norte de España, puede que en Bilbao. O igual no, y simplemente conoce la ciudad bastante bien, al igual que Madrid, que son las dos ciudades que aparecen reflejadas en la novela.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien le gusten las historias donde nada es lo que parece y no le importe que una trama que parece relativamente sencilla acabe convirtiéndose en algo mucho más complicado. Abstenerse los que no soporten las historias románticas.
Ritmo de lectura
Al principio muy rápido, después tuve un par de parones por la trama amorosa, porque me cansaba de tantas idas y venidas. Y el final bastante más lento, porque una vez descubierta la verdad, y a pesar del peligro para los personajes, no tenía tantas ganas como al principio de saber qué más les iba a pasar.
¿Leerías algo más de la autora?
No lo sé, porque con tantos libros que quiero leer no está entre mis prioridades.