Sinopsis
Francine Day es una joven y brillante abogada especializada en divorcios que necesita conseguir un caso importante para poder ser nombrada para el Consejo de la Reina (Queen’s Counsel). Pero las cosas se ponen feas cuando comete la imprudencia de iniciar una tórrida aventura con su cliente, Martin Joy. Obsesionada con su nuevo amante, Francine se siente celosa de Donna, la esposa de Martin. Una noche les sigue hasta casa para espiarlos. Esa noche es la última vez que se ve a Donna con vida, y Martin pronto se convierte en sospechoso de la desaparición de su esposa. Francine quiere ayudarle, pero revelar su comportamiento no solo hará amenazar su reputación profesional y su futuro, sino también su frágil identidad. ¿Es Martin un asesino? ¿Puede probar la inocencia de su amante sin destruir su propia vida? Francine lo arriesgará todo para demostrar su inocencia, aunque ese viaje la lleve muy cerca de su casa.
Una novela de suspense sobre el amor obsesivo y la ambición social, ambientada en la inquietante atmósfera del Middle Temple y la desoladora belleza de las mareas de la isla británica de Mersea.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Porque quería leer algo que me enganchara y leí varios comentarios sobre esta novela, haciendo referencia a «no parar de leer» o «leerlo en una noche». Y también decidí leerlo porque hacía mucho que no leía una historia de suspense relacionada con la abogacía.
¿Mereció la pena?
Por algunas cosas sí, por otras no tanto. Lo que más me gustó es que presentara a una protagonista con trastorno bipolar, que más o menos tiene controlada su enfermedad, pero que explica un poco cómo era su vida antes del diagnóstico, cómo es la medicación… El planteamiento y el principio de la historia también me gustaron, pero el desarrollo no tanto, porque en parte le quitó cierto suspense, que era lo que yo buscaba. Y por la sinopsis pensaba que no se trataba de un caso de desaparición, sino de un claro asesinato, y eso me dejó un poco descuadrada. El final sí que me gustó, y en general el «destino» de casi todos los personajes, excepto el del que para mí era el más desagradable. La resolución se podría decir que es por descarte, no hay nadie en la novela que realmente sea tan inteligente como para adivinar qué pasó (aunque para quien lo lea igual no es tan complicado).
La historia está contada en primera persona por Francine, o Fran cuando hay más confianza. El prólogo comienza con la protagonista en peligro, y luego retrocede tres meses para saber cómo ha llegado hasta allí. La novela tiene 49 capítulos relativamente cortos, solo numerados. Aunque en la sinopsis se explica que Fran necesita un caso importante para ser nombrada para el Consejo de la Reina, en realidad son sus compañeros los que quieren que se presente y ella no está muy convencida. Le toca un caso de divorcio algo complicado, representando a Martin Joy, un hombre con mucho dinero y bastante atractivo (para Fran, para mí nada). No he leído Cincuenta sombras de Grey, aunque sí que conozco más o menos la historia y he visto los anuncios de la película, y no podía evitar que este tal Martin me recordara a Grey. Por ser un hombre de negocios que se dedica a deslumbrar con su dinero y sus propiedades, y que parece un poco tirano y sádico.
Otros personajes son Pete Carroll, el extraño vecino de Fran; Alex y Sophie Cole, socios de Martin, y amigos de Donna, la casi ex de Martin; Tom Briscoe, abogado y compañero de Fran, al que presenta como un pijo ligón (y a mí no me lo parecía); Phil Robertson, un investigador privado del bufete; Vivienne McKenzie, una abogada veterana; Charles Naper, el director del bufete; o Paul, el secretario jefe del bufete. Me sorprendió que todos los del bufete fueran tan comprensivos con ella. En teoría Fran, antes de todos los líos en los que se mete por querer proteger a Martin Joy, era muy buena abogada, pero después me pareció que dejaba mucho que desear… Clare es la mejor amiga de Fran y es psicóloga. Supuestamente se le da muy bien juzgar a las personas, pero según transcurre la historia parece que igual no tanto. Y su marido Dom no me gustó nada. El encargado del caso es el inspector Doyle, y parece que la policía en general va a lo fácil: el culpable casi siempre es el marido, así que a por él.
Al principio pensé que la autora iba a ser bastante descriptiva con las escenas sexuales, pero no se recrea mucho. Eso sí, no me gustó cómo trata el tema del sexo en dos situaciones, o mejor dicho las reacciones de ella. La primera, cuando hay un chantaje y el precio del chantaje es sexo, con el chantajista incluso creyendo que es algo que en el fondo le va a gustar a la chantajeada. Esa situación de acoso, que empieza bastante antes, me pareció muy real, y creo que consigue que se entienda el malestar que crean esas situaciones (incluso sin llegar al chantaje puro y duro). Pero la reacción de ella no me pareció tan creíble, aunque nunca se sabe cómo puede llegar a reaccionar una persona. Y la segunda, un reencuentro que directamente me dio asco, y para mí ella tolera demasiado ciertos desprecios. Tampoco me gustó que se normalizara que varias mujeres de la historia se sacrifiquen por (un supuesto) amor, mientras ellos pasaban.
Algunas expresiones, como «utilitario femenino» cuando la protagonista reflexiona sobre lo bien que le iría tener un coche pequeño para moverse por Londres, me parecían desfasadas y machistas. También había algunas cosas que me parecían un poco raras, como que Fran se queje porque no tiene nada sexi, y justo el primer día que se encuentra por casualidad con Martin precisamente lleva tanga y portaligas. Que igual era muy sencillito lo que llevaba, pero no cuadra con lo que luego describe como «braguitas cómodas». Evidentemente luego tiene que comprarse conjuntos y demás, porque a ver cómo tienes una aventura tórrida solo con ropa cómoda. Llegué a pensar que J. L. Butler era un escritor, pero luego me di cuenta de que no, se trata de una mujer. Y que algunas expresiones podían deberse a que la autora pasó de trabajar como abogada a escribir en revistas femeninas… Que será un prejuicio mío hacia ese tipo de revistas, pero me pareció que por eso las mujeres que aparecen son tan atractivas en general, muy sexis… Y casi podrían haber posado en la portada de ese tipo de revistas.
La traducción es de Jorge Rizzo, y, como decía, algunas palabras me resultaban un poco desfasadas, pero no sé si también me daría esa impresión leyendo la historia en inglés. Últimamente parezco un poco obsesionada con los títulos de las novelas que leo, y en este caso me llamó la atención saber que el original es «Mine» (mío o mía, así que igual el problema era elegir si ponerlo en femenino o en masculino). Pero casi me gusta más el título en castellano, porque se puede aplicar a la protagonista y a algún que otro personaje más, que sienten obsesión o fijación por alguien, y eso hace que cambien su comportamiento, desde perder un poco de dignidad hasta incluso cometer delitos. Además del tema de la obsesión, me pareció interesante que se trataran temas como el divorcio y sus consecuencias, sobre todo a la hora de repartir bienes, y aparece algún que otro conflicto por la custodia de los hijos. Pero también se puede conocer un poco cómo funciona la prensa sensacionalista en Inglaterra (al parecer hay periódicos que tienen una línea editorial distinta según sea domingo o el resto de la semana, y hasta se pueden pisar exclusivas); o el trabajo de la policía.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien quiera leer una historia de suspense, un poco tórrida, y conocer cómo funciona el mundo de la abogacía en Londres.
Ritmo de lectura
Medio tirando a rápido. A mí no me enganchó tanto como a las personas que escribieron comentarios alabando la novela, en parte por la angustia que me daba la protagonista, metiéndose en tantos líos por defender a alguien que prácticamente acaba de conocer.
¿Leerías algo más de la autora?
No lo descarto, pero tengo tantos libros que quiero leer que no sería una prioridad.
Wow que reseña😊
Me da un poco de dudas pero nunca dejó nada por leer así que porque no?
Gracias
Saludosbuhos! !