Sinopsis
La historia del mito es la historia de la humanidad. Nuestras narraciones y creencias, nuestra curiosidad y nuestras tentativas de comprender el mundo nos vinculan directamente con nuestros antepasados y con los demás seres humanos: los mitos nos ayudan a dotar de sentido al universo. El libro de Karen Armstrong, referente mundial en el estudio de la historia de las religiones, supone una concisa, certera y absorbente aproximación a las más diversas expresiones del mito, desde los cazadores del Paleolítico hasta su descrédito en Occidente en favor de la ciencia y lo que su pérdida supone para el mundo moderno.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Porque siempre me han llamado la atención los mitos, y me apetecía conocer un poco su origen y evolución.
¿Mereció la pena?
Sí, mucho, aunque se me ha hecho corto, sobre todo en las partes que más me interesaban. Como ya conté en Cómo descubrí… la mitología griega, los mitos clásicos en general, y en particular los griegos, son los que más me gustan. Así que el capítulo que más me interesó fue el de Las primeras civilizaciones (c. 4000-800 a. C.). Pero no solo por la cultura griega, también porque desconocía totalmente los mitos mesopotámicos. Y me entraron ganas de saber más sobre ellos y su cultura. También me pareció muy curioso que los mesopotámicos tuvieran un mito sobre un diluvio, tan similar al bíblico, hasta podría pensarse que la historia de la Biblia es un plagio…
Me pareció fascinante que hubiera tantos mitos que empezaban con una Diosa madre, sin importar la zona o continente. Y también fue muy estimulante entender la función del mito para los seres humanos, muy bien explicado en el primer capítulo, ¿Qué es un mito? En los siguientes capítulos la autora va contando qué creencias hubo en los diferentes periodos. Comienza con lo que se sabe de El periodo paleolítico: la mitología de los cazadores (c. 20000-8000 a. C.) y continúa con El periodo neolítico: la mitología de los agricultores (c. 8000-4000 a. C.), donde se aprecia el gran cambio que supuso el tipo de alimentación y la forma de conseguirlo, y su influencia en la cultura. El siguiente capítulo es el de Las primeras civilizaciones (c. 4000-800 a. C.), que, como ya comenté, fue mi favorito, y no me hubiera importado nada que la autora se explayara más.
Después vino La era axial (c. 800-200 a. C.). Y aquí ya empezó a complicarse la cosa, porque no había oído hablar nunca de este periodo como tal. Es el momento en el que empiezan a aparecer las religiones que se conocen hoy en día, las monoteístas. Pero eso no quiere decir que se abandonen del todo los mitos y los rituales, la mayor diferencia es que se busca más la espiritualidad. No se sabe bien por qué surgieron en algunas zonas y en otras no, aunque sí está claro que en todos esos lugares coincidió con momentos de agitación política, social y económica. Después vino El periodo postaxial (c. 200 a. C. – 1500 d. C.), y la época en la que estamos, La gran transformación occidental (c. 1500-2000).
Este último capítulo me hizo reflexionar mucho. Se trata de la última gran revolución de la civilización, que ha supuesto la muerte de la mitología, y el triunfo de la lógica (o logos, en contraposición al mythos). Para la autora es una desgracia, y yo, antes de leer este libro, pensaba que era lógico no creer en mitos y leyendas. Pero creo que no se trata tanto de creer realmente en esas fantasías, sino más bien en no perder esa riqueza de la imaginación, que nos puede acompañar y reconfortar en los momentos más duros. Como explica muy bien Karen Armstrong, las novelas, los cuadros, la música, o cualquier otra forma de arte pueden representar el papel que hacían los mitos, para hacernos entender mejor el mundo y no pensar solo en nosotros mismos.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien quiera leer un breve ensayo sobre lo importantes que fueron los mitos en la historia universal.
Ritmo de lectura
Bastante rápido, y no tardé casi nada en leerlo porque es muy corto (85 páginas en digital).
¿Leerías algo más de la autora?
Sí, me ha gustado mucho la forma que tiene de explicar estos temas. Y me ha dejado con ganas de saber más, por ejemplo, sobre los mitos mesopotámicos o sobre la historia de la Biblia.