Sinopsis
No has conocido a nadie como ella…
Antonia Scott es especial. Muy especial.
No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes.
Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera.
Tampoco recibe visitas. Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso.
Sea quien sea, Antonia está segura de que viene a buscarla.
Y eso le gusta aún menos.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Porque veía por todas partes la novela, con opiniones muy buenas, y como nunca había leído nada del autor decidí empezar por este.
¿Mereció la pena?
Por algunas cosas sí, y por otras no tanto. Pero casi no puedo contar nada porque el autor pidió expresamente en redes sociales que no se desvelara nada de la trama. Así que es otra reseña en la que contaré solo generalidades y sensaciones, como en Amnesia, de Federico Axat (aunque al hacer la reseña de Amnesia era yo la que sentía que no podía desvelar nada). Para empezar, la trama. A ratos me parecía muy original, pero luego no me costaba demasiado imaginar qué iba a pasar. Me gustaron algunos dilemas morales que presenta el autor entremezclados con la investigación, el pasado y la acción. También me gustó que hablara sobre la ciudad de Madrid y contara cosas de ella que desconocía.
Los capítulos son bastante cortos, con un narrador que habla en tercera persona y en presente, y que varía un poco su forma de narrar en función del personaje al que acompaña. O esa era la impresión que me daba, porque, aunque todo el tiempo me parecía que se expresaba con «desparpajo», cuando contaba lo que le pasaba a uno en concreto lo notaba más. Y también pensaba que con ese personaje el autor se encontraba muy a gusto. Con este personaje, que no era Antonia Scott, disfruté mucho, y hasta me divertía, pero también tenía una sensación extraña. Porque yo me había hecho una idea mental de él y el autor no paraba de recordarme que estaba bastante equivocada, que no tenía ese aspecto. Con el resto de los personajes no me pasaba, y en general me gustaron todos, bastante variados en su forma de ser y expresarse. Aunque me pareció que se le daban mejor los personajes masculinos que los femeninos.
Lo que menos me gustó fue el repaso de las vidas de los protagonistas, incluidos saltos al pasado. O que a veces yo, como lectora, supiera más que los investigadores. Pero eso es un tema personal, porque cuando estoy leyendo una novela de suspense o misterio lo que quiero es que me cuenten más cosas del caso y avanzar sin parar, y no volver a algo que ya sabía. Me frustraba que, por ejemplo, se pararan a charlar, y a veces incluso de forma despreocupada (¡cómo podían estar tan interesados en otras cosas cuando se enfrentaban a algo tan grave o misterioso!), o saber algo de un personaje y que otros tardaran (tanto) en darse cuenta…
¿A quién se lo recomiendo?
A quien quiera leer una novela de suspense que engancha, con unos investigadores que se salen de lo común.
Ritmo de lectura
Rápido. En gran parte creo que se debía al ritmo que le da el autor a la historia, con capítulos cortos y sin excesivas explicaciones, y con ese desparpajo que mencionaba antes, más que a la historia en sí.
¿Leerías algo más del autor?
Probablemente sí, tengo cierta curiosidad por saber qué pasará con Antonia Scott y compañía.