Sinopsis
Los cinco hermanos Dunbar viven en un hogar sin adultos, cuidando los unos de los otros, luchando por sobrevivir en un mundo que los ha abandonado, hasta que su padre, el hombre que los dejó sin mirar atrás, vuelve a casa. ¿Por qué ha regresado?
Matthew, cínico y poético, es quien lleva las riendas de la familia; Rory, siempre falta a clase; Henry, una máquina de hacer dinero, y el pequeño Tomy, coleccionista de mascotas que ha colonizado la casa con animales disfuncionales, como la mula Aquiles y Rosy, el border collie. Y luego está el silencioso Clay, perseguido por un suceso del que no se puede hablar. Pero la historia se remonta tiempo atrás: a ese abuelo cuya pasión por los antiguos griegos aún llena de color sus vidas, y a los padres, que se conocieron gracias a un piano extraviado. Clay tratará de revelar su trágico secreto y de construir un puente para salvar a su familia y salvarse también a sí mismo.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Después de leer La ladrona de libros y Cartas cruzadas, que me gustaron mucho, quería leer este nuevo libro del autor.
¿Mereció la pena?
Me ha gustado mucho esta especie de saga familiar, en la que uno de los hermanos escribe la historia en una vieja máquina de escribir, que también es protagonista del libro, y nos cuenta el pasado cercano de sus padres y el de sus hermanos. Viajamos al pasado y al presente para poder conocer toda la historia, pero de una forma compleja, como si fuera un rompecabezas, no de forma lineal, y al final encajan todas las piezas. Entendemos lo que nos cuenta el autor, pero no sabemos hacia dónde nos lleva, hasta que al final lo comprendemos todo.
Con una prosa muy lírica nos va contando las historias en capítulos bastante cortos y alternando a los protagonistas. Hay tres historias diferenciadas. Por un lado, la de la madre de los Dunbar, que tuvo que salir sola de Alemania del Este y emigrar a un país del que no conocía ni la lengua. Por otro, la historia del padre, un pintor fascinado por la obra de Miguel Ángel. Y también las historias pasadas y presentes de la familia ya al completo. Y así, historia a historia, nos va llevando a muchos secretos, pero también a muchas pérdidas.
Es una historia llena de sentimientos, sobre todo el de la tristeza, pero también el amor y el dolor por la pérdida. Ya os he dicho antes que el autor utiliza una prosa muy lírica, llena de metáforas, con mucha carga simbólica, empezando por el nombre del protagonista, Clay, que es un nombre propio, pero también significa barro. Y nos hace reflexionar sobre la naturaleza humana al hablarnos de estas vidas difíciles, llenas de encuentros y desencuentros, y, sobre todo, de nuevas oportunidades para todos ellos.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os guste que se hable de amor, familia, muerte y abandono.
A los que os guste que los libros estén llenos de simbolismos.
A los que os guste la prosa llena de lírica.
A los que os gusten las sagas familiares.
A los que os gusten que las novelas no sigan una línea temporal.
Ritmo de lectura
Rápido.
¿Leerías algo más del autor?
Ya llevo tres libros suyos y seguiré leyendo todo lo que publique.