Sinopsis
Mover una sola coma puede alterar por completo no solo el sentido de un escrito sino el futuro de una persona. Cuentan que un rey cambió una dura resolución:
“Perdón imposible, que cumpla su condena”
por la clemencia:
“Perdón, imposible que cumpla su condena”.
La puntuación resulta clave para la comunicación por escrito: sin embargo no siempre se rige por reglas fijas. Puede reflejar muchos matices: duda, dolor, ironía, vacilación o pudor, y para expresar estas y otras emociones al escribir hay que hacer bricolaje con un sistema de signos antiquísimo que no hay dos escritores que usen igual.
Perdón imposible nos guía a través de la asombrosa historia de la puntuación para explorar los usos actuales mediante citas de novelas, poesías, textos legales o recetas de cocina, aclarando el funcionamiento del sistema más anárquico y expresivo de todos los de la lengua. Este libro no solo resuelve dudas y curiosidades (¿cómo se empezaron a usar las comillas?, ¿por qué los ingleses no abren la interrogación?) sino que también hace consciente al lector de las ricas posibilidades que la puntuación abre ante él.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Porque estaba haciendo un curso de corrección de textos (concretamente ortotipográfica) y era una recomendación del curso.
¿Mereció la pena?
Es un libro muy interesante. Me esperaba algo mucho más técnico (y aburrido), pero no. Me ha resultado ameno, incluso divertido, y con mucha información que desconocía. Lo que más me ha gustado es que no se limita a poner las reglas con ejemplos, sino que explica de dónde vienen los signos de puntuación y cuándo empezaron a usarse. O algo muy revolucionario: la lectura silenciosa. Antiguamente, cuando no existían estos signos ni la separación entre palabras (el espacio en blanco también es un signo de puntuación), para que se entendiera el texto tenía que leerse en voz alta. Así que ya con todos los signos, se pudo empezar a leer en silencio.
Leyendo el libro queda claro que puntuar es adelantarse al que va a leer. Sirve para que los lectores entiendan cuándo viene una pausa o cuándo empieza una pregunta, para darle ritmo, para evitar ambigüedades, etc. El autor hace un repaso de todos los signos, incluyendo algunos que no sabía que existían. Como la coma y aparte, que igual si la he visto alguna vez he pensado que era una errata. Los ejemplos sirven para entender lo que va explicando, pero también demuestran que cada uno puntúa como quiere. Después de todo, hablando también hacemos eso: algunos necesitamos más pausas, y otros parece que no tienen freno…
Lo único que me decepcionó fue que realmente no existen reglas para saber si puntúas bien o no, aunque hay excepciones como lo de que el sujeto no puede estar separado del verbo por una coma. Así que algunas dudas que tenía haciendo el curso no me las pudo resolver. Y también me gustaría que fuera una versión más actual, porque, por ejemplo, dice que los procesadores de texto (sus correctores) no avisan de una coma mal puesta, pero sí que lo hacen. Precisamente en la sinopsis Word me ha indicado que faltaba una coma después de “sin embargo”, pero como el texto no es mío, lo he dejado tal cual… Y, por pedir (que no quede), también me gustaría que tuviera más ejemplos y más autoras entre los ejemplos.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que se interesen por la ortografía o de dónde vienen los signos de puntuación. Y a los que quieran intentar puntuar mejor sus escritos, pero sin pensar que existe solo una forma correcta de puntuar o que hay unas normas fijas y estrictas.
Ritmo de lectura
La primera mitad del libro, más o menos, me la leí del tirón. Luego me puse a mirar otras cosas y lo dejé un poco lado. Pero es un libro corto, muy bien explicado, y por eso es de muy fácil lectura.
¿Leerías algo más del autor?
Pues creo que sí, porque me parece que escribe de forma bastante amena. He visto que además de libros técnicos también escribe novelas y relatos cortos, así que tengo cierta curiosidad por saber de qué tratan.