Esa es la cuestión: dejar de leer o terminar el libro cuando te está costando avanzar. Porque evidentemente si estás disfrutando de la lectura es casi imposible no terminarlo, solo lo dejarías por causas de fuerza mayor. Frente a un libro aburrido, que no engancha, que no nos gusta, que nos está hartando… se pueden hacer dos cosas: terminarlo o dejarlo por imposible. Así que en esta entrada de secretos (in)confesables Concha y yo damos nuestras razones de por qué dejamos o no de leer.
