Sinopsis
La primera novela de uno de los narradores más originales del panorama literario.
El 2 de agosto dejé el coche en el garaje. Estaba desierto. Al llegar al portal, abrí la puerta y maldije una nueva avería en el ascensor, tan bonito y antiguo como poco práctico. Vivo en un sexto piso de un edificio de siete plantas, así que emprendí la escalada resignado. En el tercero, di una patada a algo, encendí la luz del rellano y vi un enorme manojo de llaves.
Es pleno verano, Madrid está vacío y hay un periodista que tiene tiempo y ganas de curiosear. Las llaves están hechas para abrir puertas, buzones, coches, sueños. Y vidas ajenas. Aun así, lo que menos se imagina es que se va a encontrar con una historia de amor y con una misteriosa muerte que se verá inevitablemente abocado a investigar. La vida de los otros puede resultar sorprendente.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Por el autor, al que conozco como periodista de cultura y todo lo que hace me parece que se sale de lo rutinario. Tanto si es un festival de cine, o un programa de entrevistas, sea lo que sea, siempre le da un toque muy personal y diferente. No conocía su faceta de escritor, así que decidí leer su primera novela.
¿Mereció la pena?
Lo he pasado bien leyéndolo. Igual que hace en sus programas o en sus artículos, le da una impronta propia al libro. Me ha parecido original y simpático el tema y la forma de exponerlo. Un Madrid caluroso y vacío y un periodista que tiene que entregar un libro y no tiene ideas. Se encuentra el manojo de llaves de la portera y se dedica a espiar en casa de los vecinos, de donde saca material para su novela. Comienza narrada en primera persona y da la sensación de que está contando su vida: periodista de cultura, de Murcia, que ya ha escrito un libro de relatos… Pero luego el giro es grande y se convierte en una novela coral, con muchas pequeñas historias, de los inquilinos, que van construyendo la novela.
Lo cierto es que, si el primer libro del autor fue de relatos cortos, su primera novela también la narra como si fueran relatos cortos: cada pequeña gran historia de cada uno de los inquilinos de las casas que visita con las llaves caídas de la portera. Pero lo mejor de todo es que esos cuentos cortos tienen puntos de unión unos con otros. Los personajes, aunque viven en diferentes pisos, tienen conexiones entre ellos de diferentes formas. Y estos relatos ya no los cuenta el periodista, son contados en tercera persona, así que nosotros, como lectores, tenemos más información que el propio narrador. Esto es algo que me ha parecido muy original, que nosotros sepamos más que él. Así que la novela no tiene por qué contar cómo sucedieron de verdad los hechos.
Entre medias de lo contado por el periodista y lo que se cuenta de cada personaje, he encontrado cosas divertidas. Como un mensaje que recibe de un lector que, basándose en el libro de relatos, le da consejos para escribir bien su primera novela. No sé si es cosa de la imaginación de Carlos del Amor o si de verdad algún lector le ha mandado alguna vez algo así, pero es descacharrante.
Y con mucho humor, y de una forma muy original, nos encontramos con una gran historia de amor. Parece que últimamente me persiguen, pero si están bien escritas no me importa. Pero Carlos del Amor incluye aún más temas en esta novela. Además del amor, tiene un toquecito policíaco, y, como comenté antes, es una novela coral. Y otra cosa que me ha gustado es que es una novela dentro de su novela.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os guste, como a mí, todo lo que hace Carlos del Amor, porque no os defraudará.
A los que os gusten los libros escritos de una forma original.
A los que os gusten los libros corales.
A los que os gusten los libros de amor y otras cosas.
Ritmo de lectura
Muy rápido.
¿Leerías algo más del autor?
Segurísimo que sí.