Sinopsis
La vida de Nerea pende de un hilo muy frágil. El último golpe lo encaja en un hospital: la memoria de su madre ha quedado severamente perjudicada y prácticamente no recuerda nada.
Nerea vive absorbida por un trabajo que ya no disfruta, lamenta no poder dedicarle a su hija el tiempo que merece y últimamente siente que su matrimonio empalidece. Ahora además arrastra el peso de la culpa por no haber podido detectar a tiempo la crisis que sufre su madre y se ve acorralada por una historia turbulenta del pasado. El precario equilibrio que la sostenía se rompe.
Durante las largas esperas en el hospital advierte que su madre se aferra a un recuerdo que la desmemoria no ha podido barrer. Así descubrirá Nerea un episodio fundamental de la vida de su madre, al tiempo que se ve obligada a enfrentarse a su propio pasado.
¿Por qué me decidí a leerlo?
De esta autora he leído hace poco tiempo La casa del padre y me gustó mucho, así que quería seguir leyendo obras suyas.
¿Mereció la pena?
Me ha encantado este libro tan cortito, pero tan intenso, y que ha hecho que piense durante toda su lectura en muchas cosas personales de mi vida. Pero supongo que no solo me habrá ocurrido a mí, seguramente a muchos de los lectores les pondrá frente a un espejo en la relación que tienen los padres con los hijos. Sobre todo si faltan o si no son ellos mismos aunque aún vivan, por eso he dicho lo de que es un libro muy intenso. Toda la historia habla de relaciones muy personales, y de una forma muy directa aflora la culpa, la cantidad de cosas que ahora pensamos que podíamos haber hecho en el pasado, y no lo hicimos. O lo que podíamos haber dicho y nos callamos, o que nos podíamos haber dado cuenta de algo importante o urgente, pero no le dimos importancia. Y, por supuesto, en el momento actual te das cuenta de que ya no hay vuelta atrás.
Es una historia preciosa, en la que una joven, Nerea, se da cuenta de que su madre también fue joven un día. Que también tuvo un amor secreto que nunca le contó y que guarda mucho paralelismo con su propia juventud. Pero se da cuenta de todo esto un poco tarde, porque su madre ha perdido la noción del presente y ya solo recuerda algunos momentos del pasado, y en contadas ocasiones. A veces los padres son unos grandes desconocidos para los hijos, bien por secretos o bien porque no prestamos interés a sus historias.
Contada en varios tiempos, el presente transcurre en el hospital donde está ingresada la madre, y con Nerea teniendo que compaginar trabajo, vida familiar, hospital… Y con la vuelta de un antiguo fantasma de su pasado, así que está desbordada, a punto del colapso. En otros capítulos mucho más breves se va al pasado, a la historia de su madre, de sus hermanas y de su primer amor, del que nunca había hablado a su hija, y que ahora que ha olvidado todo, eso sí lo recuerda. También hay otro hilo temporal, con capítulos cortos, en el que se habla de la niñez de Nerea, su relación con sus padres, y, después, de su juventud, con su primer amor, y cómo conoce a su actual pareja. Todo lo que pertenece al pasado está contado de manera muy breve, pero es muy importante para la historia del presente.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os gusten las novelas que hablan sobre padres e hijos, y cómo los hijos no estamos nunca preparados para ver el deterioro físico y mental de nuestros padres, por muy adultos y maduros que seamos.
A los que os guste que los libros os remuevan por dentro y os hagan pensar, porque a mí me ha hecho pensar mucho en mi vida en hospitales y residencias con mis padres.
A los que os gusten los libros luminosos, porque, a pesar de que pueda parecer un libro tristísimo, no lo es.
Ritmo de lectura
Rápido.
¿Leerías algo más de la autora?
He leído dos libros suyos y los dos me han gustado mucho, así que ya tengo apuntado el tercero que quiero leer de ella.