Sinopsis
Marta Miralles, una brillante restauradora de pintura flamenca, accede a restaurar un antiguo lienzo sin catalogar perteneciente a la familia Medraño, propietaria de una de las casas de subastas más prestigiosas de Europa. Cuando Marta acepta el encargo, vuelve a reencontrarse con algunos de los fantasmas de su pasado, como Javier, su primer amor, y Paddy, el hombre del que estuvo enamorada la mayor parte de su vida. Pronto, la vida de todos terminará por fundirse con la historia de ese misterioso lienzo y con la obsesión de Marta por el famoso maestro Vermeer y su obra.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me lo habían recomendado como un libro muy bonito dedicado al arte, y me apetecía desde hace tiempo leerlo, porque Vermeer es un pintor que me vuelve del revés desde que vi sus cuadros en Ámsterdam.
¿Mereció la pena?
Me ha encantado esta novela donde se mezclan varias historias, y todas ellas contadas con una gran maestría, en gran parte para hacernos entrar de lleno, y solo con palabras, en los colores de Vermeer. Es increíble, pero parece que los estás viendo con sus maravillosas descripciones. Es la historia de la protagonista, Marta, una aprendiz de restauradora con un don especial, introvertida y rota por dentro, que a lo largo del libro va creciendo. También es la historia del restaurador holandés Ruud Smits, que vino como brigadista a nuestra Guerra Civil para luchar por la democracia y la libertad en el mundo, y que se enamora de los ojos de su salvadora. Años más tarde encuentra esos ojos en Marta. Y, aunque la sinopsis pueda sonar a folletín romántico, nada más lejos de la realidad. Hay de todo, amor, dolor, y, sobre todo, mucho arte y superación personal.
Parte muy importante de la novela es todo lo relacionado con el arte y todo el mundo que lo rodea, restauradores, subastas, galerías, coleccionismo, museos, mercado negro y obras sin catalogar. Todo centrado en Vermeer, pintor de la escuela flamenca, y sus colores. Además de que el arte es un tema que me encanta, me ha resultado muy interesante conocer todo ese mundo alrededor. He aprendido muchas cosas que desconocía, y lo he aprendido gracias a la autora, que lo explica de una forma sencilla, sin pecar de intentar darnos clases de nada. Hay un capítulo especialmente bonito dedicado a los colores y cómo se mezclan los pigmentos, que, además de interesante, me ha resultado precioso. Con mucho acierto por parte de la autora, cada capítulo lleva el nombre de un color.
La novela tiene saltos temporales. Y en cada uno de ellos nos van presentando a los personajes secundarios de la novela, pero no por ello menos importantes que Marta, la protagonista absoluta. Todos tienen relación con ella y con su forma de crecer como persona y restauradora. Lo cierto es que cada uno de los personajes me han resultado muy creíbles, en su justo punto y con varias caras, como cada uno de nosotros. Gracias a esos personajes secundarios vamos conociendo mucho más a Marta, porque la vamos viendo a través de los ojos de los demás, y nadie la mira con los mismos ojos, de la misma forma. Uno muy bueno es el del restaurador holandés Ruud Smith, que es una pieza clave de toda la novela. Aunque lo cierto es que me ha encantado cómo ha construido la autora a todos ellos. Y también le agradezco a la autora el final tan original e inesperado que tiene el libro.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os guste el arte y el mundillo que lo rodea, las casas de subastas y los talleres de restauración, las galerías, los coleccionistas e incluso las falsificaciones.
Ritmo de lectura
Rápido.
¿Leerías algo más de la autora?
Es la primera novela que escribió la autora y voy a ver si ha escrito algo más para leerlo enseguida, porque esta me ha encantado.