Sinopsis
Dieciséis pasos al oeste
Para ella, VERENA, ÉL (al principio ÁNGEL, después todos los nombres) significa deseo y rencor, pasión, enfermedad y venganza. Apareció en su vida de repente una tarde, cuando ella era todavía una niña, y continúa habitando sus días inevitablemente, como una planta carnívora aunque placentera, una herida cuyo dolor excita y adormece. Tal vez regresar al origen, a la singular mujer vestida de novia en una habitación blanca, ayude a Verena a comprender y perdonar.
Los ausentes
VARIA y MARCUS se instalan en una pequeña isla helada muy al Norte, en un lugar fuera del mapa. Podrían ser unas cortas vacaciones, una ofrenda, un juego secreto, una huida voluntaria para romper definitivamente el turbio vínculo que les une. O también la casa perfecta para la pequeña ANNA. VARIA intenta volver a pintar para salvarse, MARCUS se va de cacería al bosque. No es una cacería cualquiera. En una atmósfera perturbadora de misterio y violencia, VARIA halla la fuerza para tomar una decisión.
¿Por qué me decidí a leerlo?
No había leído nada de la autora, Eugenia Kléber, a pesar de mantener una amistad con ella que empezó en Instagram y ha pasado a lo personal. Cuando visité el Salón del libro de teatro en la Sala Valle Inclán tenía pensado comprar su último libro, pero estaba agotado. Y fue ella misma la que me ofreció que leyera este, y por supuesto me lo dedicó. Le dije que me encanta el teatro, pero no tengo costumbre del leerlo y me encantó lo que me dijo: “El teatro también se lee, y más si te gusta”.
¿Mereció la pena?
Pues claro que me ha gustado leer teatro. Al principio, como no tengo costumbre, me ha costado un poquito, pero enseguida le he cogido el gusto. Es como cuando voy al teatro a ver una obra en verso, que los primeros cinco o diez minutos me pierdo un poco, pero enseguida lo disfruto. Así que, claro que me ha merecido la pena leer este libro de teatro en el que hay dos obras, y en las que he creído ver mucho aire cinematográfico. Son obras de teatro, pero me han parecido tan visuales que bien podrían adaptarse al cine, que es otra de las cosas a la que se dedica la autora, como guionista y como directora.
No suelo esperar nada en concreto de lo que empiezo a leer, y mucho menos de dos obras de teatro, ya que no leo nunca teatro. Pero sí tengo que decir que me han sorprendido gratamente por su complejidad, tanto en la historia como en los personajes, y me ha pasado en las dos. No son sencillas, son muy ambiguas, y por eso me han gustado mucho más. Te dan mucho para pensar las dos obras, sobre los temas que tratan, sobre si lo que yo pensaba sobre las obras era realmente lo que la autora quería decir, y si eso es lo interesante del teatro, hacer que le des muchas vueltas a todo lo que te presentan. Y no importa al final si realmente de cien espectadores que ven la obra o leen el libro hay cien versiones distintas. Esa es la riqueza del teatro, y en concreto de estas dos obras.
Impresionante la atmósfera que crea la autora en las dos obras. Me han parecido muy perturbadoras y misteriosas, no sabía bien de qué trataban, pero le iba dando vueltas e iba avanzando poco a poco con los datos que se aportaban. También es impresionante la turbiedad que se respira durante todo el argumento, y lo cierto es que le he echado mucha imaginación y he intentado recrear los escenarios mentalmente. Y siempre los imaginaba turbios, que no sucios, para que me entendáis mejor.
Las dos obras centran las historias en la familia y nos presentan personajes desequilibrados, que son incapaces de vivir en la realidad e inventan fantasías. Por eso las dos obras me han parecido bastante oníricas, y a la vez llenas de elementos perturbadores, como la enfermedad o lo desequilibrados que están emocionalmente. También lo marginados que están de ese mundo en el que no les gusta vivir y, por supuesto, la invención de un mundo propio para ellos solos.
Esto es lo que yo pienso, pero muy bien podría no ser así, porque yo solo soy lectora y no crítica literaria ni teatral.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que no hayáis leído teatro, porque, como muy bien dice la autora, el teatro también se lee.
A los que os guste el teatro.
Ritmo de lectura
Muy rápido.
¿Leerías algo más de la autora?
Claro que pienso leer muchas más cosas de ella, quiero leer toda su obra.