Sinopsis
Un día de otoño, en Londres, los oscuros secretos y el turbio pasado de Maryam Mazar salen violentamente a la luz, con trágicas consecuencias para su hija embarazada, Sara, y su sobrino Saeed, que acaba de quedarse huérfano. Destrozada por la culpabilidad, Maryam no encuentra más solución que dejar la comodidad de su hogar para regresar a Mazareh, el remoto pueblo de Irán donde comenzó su historia. Allí deberá enfrentarse a su pasado. Sara la sigue para entender las raíces de su infelicidad. Lejos de las calles de casas adosadas de Londres, en un país de montañas coronadas de nieve y llanuras barridas por el viento, descubrirá al fin el terrible precio que Maryam tuvo que pagar por su libertad, y el amor que dejó atrás.
¿Por qué me decidí a leerlo?
No tengo muy claro qué me atrajo de él. Puede que fuera el título, que me intrigó, o tal vez la portada. O ambos. Cuando leí la sinopsis decidí leerlo porque me suelen gustar las historias sobre madres e hijas, y más si hay secretos…
¿Mereció la pena?
Sí, mucho. De vez en cuando me viene bien leer historias así, donde se refleja una realidad que desconozco, porque la sociedad en la que vivo se parece muy poco a la iraní. Sobre todo en el tema del honor y la honra, que allí sigue afectando más a las mujeres que a los hombres. Llegando al extremo de que por vestir de determinada forma pueden ser consideradas impuras (y los hombres no quieren ni darles la mano). Y las supuestas afrentas duran años y años, y parece difícil obtener el perdón. El libro no está escrito desde una perspectiva feminista, porque no parece que la autora busque que algo cambie, simplemente describe qué pasa con las mujeres, y, a veces, por qué. Yo, como lectora, sí que sacaba mis propias conclusiones. Algunas partes me han resultado duras, pero con el lenguaje tan bello que usa la autora he podido seguir leyendo sin pararme demasiado. Las referencias al azafrán, por el color o su uso en la cocina, me parecieron preciosas, por ejemplo. El final me ha gustado, pero sabía que acabara como acabara sufriría por algún personaje.
Las protagonistas son Maryam y su hija Sara. Sara cuenta en primera persona lo que le pasa, mientras que lo que le ocurre a Maryam, en el presente y en el pasado, se narra en tercera persona. Cuando las dos se juntan en Irán la narración también es en tercera persona. Al principio me costó bastante entender a Maryam, mientras que Sara me pareció muy fácil de comprender durante toda la novela. Incluso cuando se enfada o exige cosas que no debería a alguien del pasado de Maryam. La historia está dividida en cinco partes: Londres, El pasado de Maryam, Fantasmas, Mazareh y En casa. Y creo que la parte que más me gustó es Mazareh, cuando por fin la hija puede comprender a su madre, después de tantos años sin entenderla.
Al avanzar el libro vamos descubriendo el pasado de Maryam. Por ella y sus hermanas, Mairy, la mayor, y Mara, madre de Saeed, y también por su tía Soraya, conocemos cómo era la vida de las mujeres en la época del sha de Persia, poco antes de la Revolución y el comienzo de la República iraní. Todas, pero cada una a su manera, buscan poder decidir qué hacer con su vida. Pero la que quiere ser más libre de lo que imponen las normas acaba sufriendo graves consecuencias. La tía Soraya parece que goza de bastante libertad (comparada con las otras), pero luego es la que más se preocupa por el qué dirán y el honor de la familia. Me encantó el personaje de Fátima, que cuida a las tres hermanas, y que es un gran apoyo para Maryam, aunque poco puede hacer en esa sociedad tan machista.
Los hombres que hay en las vidas de Sara y Maryam son secundarios en la historia, pero tienen bastante influencia en lo que hacen o dejan de hacer. Edward es el padre de Sara, y me asombraba lo comprensivo que es y el aguante que tiene con Maryam, que parece bastante difícil de tratar cuando se aísla en su mundo. Y también es muy buen padre, al contrario que el padre de Maryam, muy dogmático y cruel con ella. Julian es el esposo de Sara, y también parece buena persona y un apoyo total para su esposa. Pero el hombre (casi) perfecto, para mí, es Ali, alguien muy importante en la vida de Maryam cuando era joven. Y que, gracias a un poema, Dover Beach, sigue muy presente para ella, aunque hayan pasado muchos años sin verle. Otro personaje que me gustó mucho, y que casi me resultó poco creíble, es el doctor Ahlavi. Es buen médico, compasivo, agradable, justo, poco machista… También se inventa una especie de cuento sobre esa búsqueda de libertad de una mujer como Maryam, La historia de Gossemarbart.
También es interesante esta novela por ver diferentes formas de maternidad y paternidad; las reacciones al perder a un hijo o ser rechazado por el padre; o conocer qué representa el hogar y lo importante que son las raíces para algunas personas, incluso aunque ansíen ser libres por encima de todo. Además, aparece el tema de la poligamia, tanto en el pasado como en el presente. Pero la situación es la misma: el hombre ya mayor se casa con una segunda esposa mucho más joven que le da más hijos. En general, toda la historia parece que quiere «demostrar» que de lo malo también pueden salir cosas buenas y que no (siempre) hay que arrepentirse. Y que en ciertas ocasiones todo vuelve a ser como debería haber sido, aunque sea muchos años después. Pero también que, a veces, hay que dejar marchar a una persona que quieres y aceptar que no se puede estar con ella.
Lo que me ha faltado ha sido la traducción de algunas palabras. Tampoco es que sea muy importante, pero es que me hubiera gustado haberlo entendido todo (y mejor), y no quedarme con alguna duda. No creo que se deba a la traductora, Encarna Castejón, porque no son palabras en inglés (aunque algunas en inglés tampoco estaban traducidas, como una canción de los Beatles). Supongo que son en farsi o persa, aunque a mí algunas me sonaban a árabe; como no soy experta en ninguno de esos idiomas puede que hasta sean palabras parecidas o que compartan algunas. Pero, por ejemplo, Khonoom aparece varias veces, y debería haber sido la autora la que explicara qué significa. Por el contexto, a veces me parecía un tipo de saludo y otras un tratamiento de respeto a la persona con la que se habla. Incluso lo busqué por internet, pero no encontré su significado. Y probablemente no me aparecía nada porque, al tener el persa otro tipo de alfabeto, solamente podía buscar la palabra por fonética.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien quiera leer una historia sobre mujeres, sobre sentirse fuera de lugar, sobre qué es el hogar…
Ritmo de lectura
Un ritmo medio. La historia creo que no está escrita para ser devorada, sino para tomarte tu tiempo con ella. Y para descubrir, junto con los personajes, las ventajas de la paciencia.
¿Leerías algo más de la autora?
Sí, seguramente.