Sinopsis
Némirovsky condensa en pocas páginas una historia donde la difícil relación madre-hija y el ansia de reconocimiento social se funden con la pasión por la vida y la búsqueda de la felicidad. Una obra indispensable de una de las grandes escritoras del siglo XX.
Instalados en un lujoso piso de París, los Kampf poseen todo lo que el dinero puede comprar, excepto lo más difícil: el reconocimiento de la alta sociedad francesa. Así pues, con el propósito de obtener el codiciado premio, preparan un gran baile para doscientos invitados, un magno acontecimiento social que para el señor y la señora Kampf supondrá, respectivamente, una excelente inversión y la soñada apoteosis mundana. Pero en casa de los Kampf no todos comparten el mismo entusiasmo. Herida en su orgullo por la prohibición materna de asistir al ágape, Antoinette, de catorce años, observa con amargura los agitados preparativos del baile y siente que ha llegado la ocasión de enfrentarse a su madre, afirmarse a sí misma y realizar su propia entrada en la edad adulta. Con un breve gesto, tan impulsivo como espontáneo, provoca una situación absurda que culminará en un final dramático y revelador.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Hace ya tiempo que quería leer algo de Irène Némirovsky, y decidí empezar con este porque otra de mis aficiones es bailar.
¿Mereció la pena?
Sí, muchísimo. Solo tiene una pega: que se me hizo muy corto y me dejó con ganas de más. Me hubiera encantado conocer cómo evoluciona Antoinette con los años, pero la historia está bien como está. Es simplemente que me gustaría una continuación. Y mientras iba leyendo, disfrutando mucho, pensaba que qué pena que esta autora muriera tan joven, por culpa de los nazis (aunque la actitud de Francia tampoco ayudó mucho, por negarle la nacionalidad francesa). Por suerte nos han quedado algunas obras suyas, como esta pequeña joya. Y he echado en falta que en esta edición no se incluyera algún prólogo o epílogo sobre la autora, porque creo que tanto su obra como su vida merecen ser reconocidas.
Todos los personajes están muy bien construidos, con una personalidad definida, y la autora consigue que lleguemos a conocer sus motivaciones, lo cual tiene mucho mérito con tan pocas páginas. Ninguno de los personajes me pareció muy atractivo, en el sentido de que no me gustaría coincidir con gente así en la vida real. Pero sí que me resultaron maravillosos para lo que es la historia en sí, porque dan mucho juego. No quiero contar mucho por no estropear la sorpresa de lo que hace Antoinette en un momento impulsivo, aunque por eso me quedará una reseña muy corta. Lo que hace sí que me lo imaginaba, y más pensando que a mí se me podría ocurrir algo así, pero probablemente nunca lo llevaría a cabo. Y también me imaginé parte de las consecuencias de ese acto. Lo que no tenía tan claro es cómo reaccionarían sus padres…
La única que me daba un poco de pena era Antoinette. Tiene que lidiar con la adolescencia, en esa época en la que para algunas cosas parece que la consideran adulta y para otras no. Ella, evidentemente, cree que ya es mayor. Y también tiene que sufrir a unos padres, sobre todo su madre, más preocupados por aparentar que por disfrutar de lo que tienen, económicamente y como familia. Como pone en la sinopsis es muy importante la relación madre-hija, en la que la madre parece que espera que su hija se convierta en un cisne, y le recalca que es como un patito feo. El padre casi no tiene protagonismo, porque trata poco a su hija. Para eso está la madre o la institutriz inglesa (que es un poco desastre). Y como decía, Antoinette me daba un poco de pena por cómo la tratan, pero también tiene un carácter que a veces la hace un poco inaguantable. El resto de los personajes son más secundarios, pero también «tienen su aquel»…
¿A quién se lo recomiendo?
A quien le gusten las historias sencillas, muy bien contadas y amenas.
Ritmo de lectura
Muy rápido, y como es muy corto, no me ha durado nada.
¿Leerías algo más de la autora?
Sí, esta corta novela me ha hecho desear leer más libros escritos por ella.