Sinopsis
Laski y Diane son un matrimonio joven que está esperando su primer hijo. Han soñado con él, en cómo jugarán, en cómo le enseñaran y lo felices que van a ser con la familia que están a punto de formar. Una noche Diane rompe aguas y se ponen en marcha hacia el hospital. Están nerviosos y felices al mismo tiempo. El momento que tanto esperaban ha llegado. Sin embargo, tendrán que afrontar una serie de acontecimientos que les mostrará la parte más cruel de la vida.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Ya os he contado más veces que tengo una larga lista de libros pendientes. Es bastante larga y en ella apunto libros que veo en prensa, que me recomiendan amigos o que veo por Instagram. Los apunto cuando la fuente es fiable, el tema me interesa, y a veces también porque el título me gusta. Y, aunque no recuerdo de dónde procede esta recomendación, en este caso seguro que una de las razones por las que lo apunté fue el título.
¿Mereció la pena?
Me ha gustado este libro cortito, escrito con un bonito lenguaje poético, en el que un padre narra con mucho amor el nacimiento de su hijo y la aceptación de una realidad que no hubiera deseado jamás la pareja: la muerte del bebé nada más nacer. Con mucha sencillez y sin ninguna afectación nos cuenta cómo deseaban ese hijo, y con toda la naturalidad del mundo nos relata los días posteriores, esos en que, aunque hay dolor, aún no lo han interiorizado ninguno de los padres. Después de esos días vendrá lo peor, cuando se dan cuenta de la tragedia que han vivido.
Siento tener que hacer spoiler sobre la muerte del bebé, pero es que, excepto en las primeras páginas, en las que se cuenta el parto, el resto del libro navega en ese acontecimiento. El de la pérdida y el dolor por perder ese bebé, demostrándonos que a veces el amor y el dolor son la misma cosa. Ya nos previene desde el principio, al contarnos la historia anterior de la pareja, que ella no puede tener hijos por la forma que tiene su útero. Pero aun así se queda embarazada, por lo que desde el principio ya sentimos que llegará el dolor en cualquier momento. Incluso sintiendo el dolor de los protagonistas, es importante decir que nos cuenta una bonita historia de amor, también en la adversidad y el dolor que sienten, y que, a pesar de la tragedia, ese amor es indestructible.
He visto en este relato lo fina que es la línea que separa la felicidad de la tragedia, la vida de la muerte, la luz de las sombras. A pesar de no ser lacrimógena por lo bien escrita que está, es una novela muy triste. Porque todos sabemos que existe la muerte, pero cuando nacer y morir van tan cerca en el tiempo y rompe todas las ilusiones de una pareja es todavía más triste. También creo que este libro no estaría tan bien escrito sino fuera una experiencia vital del autor.
Creo que es una obra para recomendar, corta pero muy intensa, que no nos deja indiferentes porque nos transmite muchísimo. Que es aún mejor porque no cae en el sentimentalismo ni la autocompasión. Que es dura, pero no lacrimógena. Una bella historia muy sobria.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os interesen los libros en los que se habla del dolor y la necesidad de aceptarlo, sin histerismo, sin rebelarse contra nada, sin ser escabroso.
Ritmo de lectura
Es muy cortito, ha sido muy rápido.
¿Leerías algo más del autor?
No conocía al autor, ahora seguramente leeré más cosas de él.