Sinopsis
PREMIO ALFAGUARA DE NOVELA 2020
Salvar el fuego es una historia que explora la capacidad de los seres humanos para cruzar las fronteras de la locura, el deseo y la venganza. Marina es una coreógrafa, casada, con tres hijos y una vida convencional. José Cuauhtémoc proviene de los extremos de la sociedad, un homicida condenado a cincuenta años de cárcel, un león detrás del cristal, siempre amenazante y listo para atacar. Entre ambos se desarrolla una relación improbable. Poco a poco, ella entra en un mundo desconocido y brutal hasta que desciende a las entrañas mismas del fuego.
De tintes shakespearianos, ritmo trepidante y gran tensión, esta novela relata las paradojas de un país y las contradicciones más feroces del amor y la esperanza.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me lo recomendaron como muy bueno. Pero lo que me decidió a leerlo fue saber que este escritor es el autor de muchas películas que he visto y me han gustado mucho, como Amores perros, 21 gramos, Babel o Los tres entierros de Melquiades Estrada.
¿Mereció la pena?
Me ha encantado esta novela que, aunque es de amor, es muy dura, y en la que se relatan las contradicciones que tiene un país como México, y también las del ser humano, desde los barrios más ricos a los más pobres. Y, especialmente, de la vida carcelaria, que es un horror en ese país, donde más que los gobiernos los que mandan son los mafiosos, dentro y fuera de la cárcel. Pero también trata sobre cómo el amor puede hacer que personas con una vida cómoda y adinerada sean capaces de cometer las mayores locuras, y cambiar toda su vida por una persona.
Lo que más me ha gustado de la novela es que tiene varios planos narrativos muy diferentes entre sí, que nos van contando cómo acontece la historia. Por un lado, la protagonista nos la cuenta en primera persona, cómo ocurre y cómo piensa ella. Por otro lado, el hermano del protagonista nos introduce en el pasado de su familia y por qué son tan violentos. Un tercer hilo conductor es la historia desde la parte marginal, la cárcel y los cárteles de la droga, y es la que más difícil ha sido de leer porque la mitad de las palabras están en jerga mexicana. Pero no por ello deja de ser apasionante y muy rica, se cuenta cómo funciona la sociedad mexicana dentro y fuera de la cárcel. Por último, hay una serie de escritos que son redacciones de los presos en un taller de literatura que hay en la cárcel, donde nos cuentan lo que piensan o por qué infringieron las leyes. Aunque no todos lo cuentan en el mismo tiempo narrativo, sí que confluyen todos en el mismo punto final de la novela.
Es una novela cruda y brutal en la que, aunque se habla de amor, es un amor en principio destructivo, pero que es el constructor de toda la novela. Con dos personajes que representan a los dos polos opuestos de la sociedad mexicana. Por un lado, Marina, que pertenece al estrato superior. Un estrato adinerado, decadente, ciego de lo que pasa más allá de sus narices, en el que se sienten superiores y esconden a esa otra parte oscura del país. Y, por el otro lado, el protagonista, que pertenece al otro México, el que está lleno de rabia, de impotencia, de marginación y, sobre todo, de venganza. El amor que hay entre los dos deja muchos daños colaterales, pero el final parece esperanzador. Lo importante es redimirse y pedir perdón, y seguramente conseguirán la absolución, o por lo menos yo, como lectora, se la di.
Me parece importante decir de dónde viene el título, porque es muy representativo de la novela. Es de una poderosa frase de Jean Cocteau:
Si el fuego quemara mi casa, ¿qué salvaría? Salvaría el fuego.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os gusten las novelas duras, aunque sean de amor.
A los que queráis conocer cómo es la sociedad mexicana actual, muy bipolar, con los de arriba y los de abajo, y conducidas por los cárteles de la droga.
A los que no os importe que una de las partes del libro esté escrito con la jerga que se utiliza en México, que a veces es muy complicada.
Ritmo de lectura
A ritmo normal, pero me ha llevado mi tiempo leer estas más de 600 páginas. Y, sobre todo, me he ralentizado en las partes en la que se hablaba coloquialmente. Porque a veces me resultaba difícil comprender ese lenguaje mexicano.
¿Leerías algo más del autor?
Sí, ya tengo apuntados todos los libros que ha escrito para ir leyéndolos, porque este me ha encantado.