Sinopsis
Poco después de que Rita aparezca muerta en la iglesia que suele frecuentar, la investigación se da por cerrada y su madre es la única que no renuncia a esclarecer el crimen. Pero asediada por la enfermedad, ella es también la menos indicada para encabezar la búsqueda del asesino. Un penoso viaje de los suburbios a la Capital y una conversación reveladora guían la trama de esta novela íntima y crítica donde el cuerpo femenino es el verdadero protagonista.
Elena sabe desnuda a la vez los secretos de sus personajes y las facetas ocultas del autoritarismo y la hipocresía que pueden determinar el curso de una vida. Un relato que rompe el silencio y se pronuncia en voz alta sobre la libertad de elegir. Fue galardonada con el Premio LiBeraturpreis 2010 a la mejor novela escrita por una mujer.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me encanta esta escritora y ya he leído otros libros de ella (Una suerte pequeña, Las viudas de los jueves y Las maldiciones). Al poner las reseñas en Instagram muchos seguidores me recomendaron que leyera este, y les he hecho caso.
¿Mereció la pena?
Ha merecido mucho la pena. Piñeiro se está convirtiendo en una de mis autoras favoritas y hasta hace muy poco ni la conocía. Esto es lo bueno que tienen las redes sociales, yo la he conocido por Instagram y nunca les estaré lo suficientemente agradecida a todos los que me recomendaron sus libros.
Es una historia muy sencilla, pero también muy cruel y realista, donde podemos ver muy bien las miserias del ser humano. Solo tres personajes: una madre muy enferma de párkinson; su hija, que la odia y odia tener que cuidarla; y otra mujer que no quería ser madre. Estas tres mujeres te dan constantemente puñetazos en el estómago, no te lo hace pasar bien mientras lo lees, pero también te llegan dentro. Creo que la autora intenta que seas un poco más comprensivo con cada una de ellas y con el ser humano en general.
Por la sinopsis puede parecer una novela de crímenes y policías, pero no es así para nada. Toda la historia pasa en muy pocas horas, aunque te hacer ver el pasado para conocer mejor cómo se dieron los hechos. «Ella, la puta enfermedad», como la llama la madre que la padece, es también otra de las protagonistas del libro porque no solo afecta a los que la padecen, sino también a los que les rodean y cuidan. Así que durante toda la obra se habla de dolor, de frustración y de impotencia, y de la relación tan turbulenta que tienen la madre y la hija, porque no es fácil ser enfermo, pero tampoco es fácil ser cuidador.
Durante toda la novela estás metida en la cabeza de Elena, que es la enferma, así que sufres con ella la enfermedad, y ya no podrás olvidar nunca cómo va deteriorando el párkinson a las personas, es horrible. Como tampoco puedes olvidar la relación de amor/odio que sienten la madre y la hija y que, aunque a veces sientes rechazo hacia ellas, otras veces las entiendes perfectamente.
Por último, está la tercera protagonista, esa madre que no ha querido ser madre y que es obligada a serlo. Llega al final de la novela y te hace ver que en la vida hay muchas formas de maternidad. Aquí cada una de las mujeres vive la suya, incluso la que no es madre. Porque no hay un guion para serlo y nadie te enseña, pero tampoco a todo el mundo le gusta serlo. La hija no ha sido madre, pero le horroriza convertirse en la madre de su madre, no lo acepta. La madre, a pesar de lo mal que se llevaba con su hija, quiere saber por qué ha muerto la suya y si ahora sigue siendo madre. La tercera mujer ha sido madre a la fuerza y guarda odio hacia las mujeres que la obligaron a serlo.
Y todo esto “Elena lo sabe”, por eso el maravilloso título que se repite a lo largo de todo el libro.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os gusten los libros crudos que hablan sobre enfermedad, dolor y miserias, que no te dejan indiferente al leerlos y que después de su lectura te pasas unas cuantas horas dándoles vuelta en tu cabeza.
Ritmo de lectura
Muy rápido.
¿Leerías algo más de la autora?
Quiero leer toda su obra, se está convirtiendo en una de mis escritoras favoritas.