Sinopsis

Ocho relatos de Alice Munro sobre las pasiones que laten bajo la superficie de vidas aparentemente ordinarias.

En estos relatos resplandecientes y descarnados, Munro da rienda suelta a su maestría de fondo y forma, extendiendo y magnificando sus grandes temas: los caprichos del amor, la pasión que conduce a caminos inesperados, el caos que se cierne tras las existencias más corrientes y los extraños deseos del corazón. La autora muestra una vez más su capacidad de entrar en la vida de personas corrientes para capturar la esencia de sus contradicciones. Munro traza el amor de mujeres generosas, infieles, abrumadas o desbocadas, pero siempre reconocibles. Sin doctrina y sin complacencia, la autora construye capa a capa una superficie que amenaza con quebrarse y estallar en mil pedazos bajo unas protagonistas que luchan contra la rutina y la renuncia.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Quería leer algo de esta autora porque no había leído nada de ella, y me llamó la atención el título, pero lo tenía en lecturas pendientes sin tener decidido cuándo lo leería. Porque son relatos y siempre me cuesta leer un libro con historias que no tienen nada que ver unas con otras. Como uno de los retos de lectura para este año era leer un libro de un autor o autora que fuera Premio Nobel, pensé que era un buen momento para hacerlo.

¿Mereció la pena?

Sí, mucho. No solo por su forma de escribir, que me ha encantado, también porque en todos y cada uno de los ocho relatos consiguió sorprenderme y desconcertarme. Prácticamente todos empiezan como una historia cotidiana, o aparentemente muy normal, o incluso banal. Pero entonces, cuando crees que la historia va en una dirección, la autora introduce un giro inesperado y ya nada es lo que parecía. También se reserva sorpresas para el final, y en general me parecieron casi todos los finales tan inesperados que me dejó alucinada. Además, me sorprendía la aparente naturalidad con la que va presentando esos giros, a veces casi parecía que lo dejaba caer y seguía «tranquilamente» con la narración. Lo único malo es que en algunos relatos me dejó con ganas de más, me hubiera gustado saber qué más pasaba…

Los personajes me parecieron bien definidos, y las narradoras en primera persona también, cada una con una personalidad y una forma de expresarse acorde a su edad y circunstancias. En estas historias trata temas como la maternidad, el aborto, la infidelidad, el matrimonio, el divorcio, la niñez, la vejez, la madurez, el chantaje, la amistad, la familia política, los recuerdos, el amor, el desamor, las separaciones, los malentendidos, la muerte… Pero lo hace de una forma muy natural y sin excesivos juicios sobre lo que está bien o está mal. Más bien da la sensación de que está contando cómo son las cosas, y que cada lector saque sus conclusiones. Por lo menos yo saqué unas cuantas de cada uno de los relatos, de los que también quiero dar mi impresión uno a uno (sin destripar nada, obviamente).

El amor de una mujer generosa. El más sorprendente, aunque puede que en parte fuera por ser el primero que leía de ella y no sabía nada de su estilo ni de sus giros. Cuando empecé a leerlo me enganché, pero no lo leí todo seguido. Por eso se me escaparon algunos detalles, así que tuve que leer otra vez el principio para darme cuenta de algunas cosas… El final me pareció demasiado abrupto, como si faltaran páginas, y pensé que cómo podía dejarme así, sin darme más información (en parte esa sensación disminuyó al releer lo que cuenta al principio).

En Yakarta empieza describiendo la amistad entre dos mujeres, para después dar un salto temporal de varios años, e ir desgranando qué pasó durante ese tiempo. Y mientras lo iba contando me hizo reflexionar y darme cuenta de hasta qué punto las cosas pueden cambiar o que una determinada situación puede ser muy distinta a lo que parecía en un principio, pero no lo descubres si te quedas solo en la parte superficial de una relación. La isla de Cortés me sorprendió un poco menos, pero creo que porque estaba sospechando lo peor de una casera que no para de dar sorpresas. Así que más o menos acerté al final, pero porque me la imaginé capaz de cualquier cosa.

Salvo el segador. Esta historia casi me pareció un relato de terror (el casi es importante). Y creo que es la que tiene un giro más inesperado. Una historia muy común, con una madre, su hija y los hijos de esta de vacaciones, con sus pequeños malentendidos y muchos recuerdos. Pero tras tomar una decisión que parecía bastante inocente, la historia deriva en… (no puedo destriparla, claro). Sufrí bastante con uno de los personajes y me hubiera gustado poder decirle que no hiciera ciertas cosas… pero prácticamente hace todo lo que a mí me parecía un error.

En Las niñas se quedan me agobió tanta obligación con la familia política. Y entendí perfectamente esa necesidad de estar sola y dedicar tiempo a lo que realmente nos gusta. Podrida de dinero cuenta la historia de una joven con padres divorciados que va a pasar un tiempo con su madre. En este me costó un poco comprender las relaciones entre los personajes, pero poco a poco empecé a entenderlas, y a sorprenderme, claro. Aunque justo al final intuía qué iba a pasar, igualmente me resultó chocante haber acertado.

Antes del cambio. Una mujer escribe una larga carta, dirigida a R. En el relato nos vamos enterando de quién es R., de cómo era y es la relación de esta mujer y su padre, y también por qué su padre permitió durante años ciertos comportamientos… Con este relato tuve una gran sensación de injusticia, que se calmó un poco viendo cómo la protagonista se lo toma bastante bien (mucho mejor de lo que me lo hubiera tomado yo).

El sueño de mi madre. Un relato muy original, porque la que narra la historia en primera persona es la hija que está por nacer. Nos cuenta la historia de sus padres y una tragedia… No sé muy bien por qué con esta historia me paré, más o menos a la mitad, y me costó un poco retomarlo. Había algo que me hacía sentir incómoda, pero no sabía muy bien el qué (y sigo sin saberlo mientras escribo esta reseña, días después de haber terminado el relato). Pero lo acabé de leer y otra vez me dejó sorprendida (y un poco aliviada).

¿A quién se lo recomiendo?

A quien quiera sorprenderse leyendo sobre temas cotidianos y situaciones que han vivido las mujeres hace no mucho, y que en algunos casos seguramente siguen viviendo. Y a amantes del relato corto en general, si es que no conocen todavía a esta autora.

Ritmo de lectura

Casi todos los relatos, excepto el último, los leí bastante deprisa. En ese último empecé más lenta y me paré a la mitad, pero cuando lo retomé lo leí igual de rápido que el resto. Pero entre relato y relato leí otras cosas (pero eso es algo que me pasa casi siempre con los libros de relatos o cuentos, no soy capaz de leerlos todos seguidos).

¿Leerías algo más de la autora?

Por supuesto que sí. Aunque todo lo que escribe son relatos y prefiero las novelas, me ha gustado tanto su forma de narrar que quiero más. Porque como dijeron al darle el Premio Nobel de Literatura: es una «maestra de la historia corta contemporánea».