Sinopsis
La señora Dalloway relata un día en la vida londinense de Clarissa, una dama de alta alcurnia casada con un diputado conservador y madre de una adolescente.
La historia comienza una soleada mañana de 1923 y termina esa misma noche, cuando empiezan a retirarse los invitados de una fiesta que se celebra en la mansión de los Dalloway. Aunque en el curso del día acaece un hecho trágico, el suicidio de un joven que volvió de la guerra psíquicamente perturbado, lo esencial de la obra estriba en que los sucesos están narrados desde la mente de los personajes, con un lenguaje capaz de dibujar los meandros y ritmos escurridizos de la conciencia y de expresar la condición de la mujer de un modo a la vez íntimo y objetivo.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Ha sido un verano en el que me he animado a leer esos libros a los que siempre he tenido ganas, pero no me atrevía con ellos. Primero fue La broma infinita, de David Foster Wallace, y ahora este de Virginia Woolf.
¿Mereció la pena?
Ha merecido la pena, pero tengo que decir que no es una lectura fácil. Tiene un ritmo muy lento y sus personajes están reflexionando continuamente, así que hay momentos en que se hace muy densa. Hay que leerla con mucha calma, porque va encadenando acciones con pensamientos de los personajes, y eso hace que a veces te pierdas y no sepas en qué personaje te encuentras en ese momento.
Es magistral que la autora haga una novela tan densa de una historia tan banal. La señora Dalloway se prepara para una fiesta que dará por la noche en su casa, y haciendo los preparativos empieza a recordar. Esos recuerdos nos hacen conocer el pasado y entender poco a poco el presente. Se inicia por la mañana, sigue con el almuerzo, se detiene en la siesta, ya que hay que descansar, y termina con la fiesta de por la noche. Igual que la narración, los protagonistas tienen un pasado que es la mañana, un presente que es la tarde, y saben que están llegando a la vejez, que es la noche.
Hay cosas muy importantes en esta novela. La principal es que hay un punto de vista para cada cosa, pero te lo cuentan todos los personajes, con lo que al lector le llega lo que piensa cada uno de ellos y lo que piensan los demás. Aunque hay dos ejes que son los principales. Por un lado, Clarissa. Toda la novela está construida en torno a Clarissa, ella es el centro de todos. Los seduce, los acoge, pero también los juzga y provoca en ellos admiración, rabia, envidia… Por otro lado, está Septimus, que nos muestra la otra parte: la desestabilidad, la locura, y representa la muerte. Y durante toda la novela se muestra el paso del tiempo con la imagen del reloj que se repite constantemente: suenan las campanas del reloj para recordarnos que pasa la vida.
El mensaje más claro que he sacado de la novela es lo superficial que pueden ser las personas y el daño que esta superficialidad puede hacer a todos los que les rodean. Otro mensaje también claro es que las mujeres en la época en la que se narra el libro, después de la Primera Guerra Mundial, lo que buscan es la estabilidad, y son capaces de casarse solo para tenerla, dejando atrás el amor. Y aquí también se toca un tema muy adelantado a su tiempo, que es la homosexualidad, ya que la protagonista reconoce haber estado enamorada de una amiga, aunque al final las dos acaban felizmente casadas para la mentalidad de la época.
¿A quién se lo recomiendo?
A los fans incondicionales de Virginia Woolf, aunque sus libros no son nada fáciles.
A los que os gusten los libros donde todo es muy banal y los personajes muy superficiales.
A los que busquéis una crítica bestial a la sociedad de la época.
Ritmo de lectura
Al principio me costó, fui un poco lenta porque me perdía con los personajes y lo que pensaban. Pero después ya le cogí el aire y fui muy rápido.
¿Leerías algo más de la autora?
Sí, porque todavía no he leído todos los de la autora.