Artúr Kösztler, que cambió a Arthur Koestler al nacionalizarse británico, nació el 5 de septiembre de 1905 en Budapest, Imperio austrohúngaro (actualmente Hungría). De familia judía, durante la Primera Guerra Mundial se trasladaron a vivir a Viena. En la adolescencia hablaba fluidamente húngaro, alemán, francés e inglés. Estudió en la Universidad de Viena hasta que fue expulsado porque su familia no podía pagar. En 1926 se marchó a Palestina y empezó a escribir. Le contrataron como corresponsal, y publicó ensayos, artículos, entrevistas… Después se trasladó a París y en Berlín trabajó como editor científico. En 1939 publicó Los gladiadores, sobre la revuelta de Espartaco y en 1940, El cero y el infinito, donde se posicionaba en contra del totalitarismo. En sus libros de memorias habló sobre sus experiencias en Palestina cuando no tenía trabajo; durante la Guerra civil española, donde fue corresponsal y estuvo preso por apoyar a los republicanos (Spanish Testament, 1937); también en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, viendo el caos y estando prisionero en un campo de concentración… Además, defendió varias causas como la eutanasia o la abolición de la pena de muerte.
Más información:
https://es.wikipedia.org/wiki/Arthur_Koestler
Frases:
Pensó en su tratado inconcluso y en los pergaminos que le había arrebatado un joven oficial en el momento de la captura. Aunque sentía indiferencia hacia la muerte, le asustaba sobremanera el tormento que la precedería y le hubiera gustado saber qué había sido de sus pergaminos. (Espartaco: La rebelión de los gladiadores)