Augusto José Antonio Roa Bastos, conocido como Augusto Roa Bastos, nació el 13 de junio de 1917 en Asunción, Paraguay. Sus primeros años los pasó en Iturbe, donde aprendió guaraní y conoció la explotación de los indígenas, que sería un tema recurrente en sus obras. Volvió a Asunción para educarse con su tío obispo, que fue como un padre para él, y los autores que descubrió en su extensa biblioteca influyeron en sus posteriores escritos. Participó como auxiliar de médico en la guerra entre Paraguay y Bolivia, tras la cual se convirtió en pacifista y fue su inspiración para Hijo de hombre. Trabajó como periodista y corresponsal de guerra, y empezó a escribir poesía, teatro, cuentos, novelas… Publicó su primer poemario, El Ruiseñor de la Aurora, en 1942, aunque después renegó de él. Durante la Guerra civil paraguaya se vio obligado a exiliarse y se instaló en Buenos Aires, donde publicó la mayor parte de su obra. En su obra Yo el Supremo, publicada en 1974, reflexionó sobre el poder en todas sus manifestaciones. En 1989 recibió el Premio Cervantes.
Más información:
https://es.wikipedia.org/wiki/Augusto_Roa_Bastos
Frases:
No sabían nada, ni siquiera tal vez lo que es la esperanza. Nada más que eso: querer algo hasta olvidar todo lo demás. Seguir adelante, olvidándose de sí mismos. (Hijo de hombre)