Sinopsis
Años atrás, Ana Tramel fue una brillante penalista a la que se disputaban los mejores despachos. Un oscuro suceso en su pasado cambió su vida y ahora pasa sus días entre recursos administrativos en un mediocre bufete, ahogándose en un vaso de whisky. Pero su vida da un vuelco cuando su hermano Alejandro, con el que no habla desde hace cinco años, la llama angustiado. Ha sido detenido por el asesinato del director del Casino Gran Castilla.
Ana pide ayuda a su jefa y vieja amiga, Concha. Necesita la estructura y recursos del despacho para llevar adelante una defensa en la que tiene prácticamente todo en contra. Acompañada de un peculiar equipo (un viejo investigador, una abogada novel y un becario ludópata) se enfrentará a las grandes empresas del juego.
Ana, un thriller absorbente protagonizado por una mujer inteligente pero acabada, brillante pero autodestructiva, única.
Un oscuro asesinato.
Una protagonista que dejará huella.
Una batalla que todos dan por perdida.
Un thriller que no podrás olvidar.
¿Por qué me decidí a leerlo?
La primera vez que supe del libro me llamó la atención por la sinopsis, pero no me terminó de convencer, porque no me suelen gustar mucho las historias en las que los abogados son los que llevan el peso de una investigación. Y además tiene muchas páginas (864 en papel), que me parecían muchas…
Pero he acabado leyéndolo por el reto de lectura del mes de marzo: un libro que tenía que incluir el nombre de una mujer en el título. En este caso el nombre de la protagonista es todo el título. Y también me valía para el segundo reto, como autor de mi país o más concretamente de mi ciudad, Madrid.
¿Mereció la pena?
Me ha gustado la historia, la forma de contarla y cómo está estructurada la novela, los diferentes personajes, los giros… Pero se me ha hecho un poco larga. Sobre todo, en momentos en los que me parecía que la protagonista, Ana, no paraba de tener reveses en los casos que llevaba y en su vida. Me parecía increíble que pudiera aguantar tanto, estaba yo más frustrada de lo que parecía estar ella. Ana cuenta todo lo que pasa en primera persona, aunque realmente no siempre se sabe qué está pensando o haciendo en “tiempo real”, y no nos lo «confiesa» hasta un poco después (a veces como pensamiento y otras veces por las conversaciones con otros personajes). Eso hace que algunos golpes de efecto en la trama sean más efectivos, porque nos enteramos al mismo tiempo que otros personajes. Por suerte Ana se entera (prácticamente) de todo, así que no quedan cabos sueltos al final. Y el final también me pareció muy adecuado a la trama.
En la novela se tratan temas como las adicciones, el sistema judicial español y cómo son los procesos, las relaciones entre jueces, abogados y fiscales, y también un poco con la policía o guardia civil, la violencia de género, las traiciones de los seres queridos… Aunque aparecen bastantes personajes, todo gira alrededor de Ana, su pasado, su presente y su posible futuro. Ella nos cuenta todas sus reflexiones y sus adicciones, explica su forma de ser, cómo se toma las cosas, qué le gusta y qué no. Y también poco a poco su pasado, que ha influido en su forma de ser o en que dejara de ser abogada penalista y se dedicara a las multas de tráfico. El autor consigue que parezca que realmente estamos en su mente. Por ejemplo, en las partes en las que no para de justificarse por actuar de una manera y no de otra. Casi me la podía imaginar reflexionando y explicándose las cosas a sí misma (y no tanto a quien está leyendo).
Me gustaron mucho los momentos de amistad con Concha, a la que tiene que ayudar y que la ayudó en el pasado, o el vínculo que forma con Helena, la esposa de su hermano, y con Martín, su sobrino. Y me pareció muy interesante todo el tema de la ludopatía, que trata desde el punto de vista de los adictos, de los terapeutas, de los que conviven con gente adicta, de la legislación y también de los que hacen negocio con el juego. Los procesos judiciales me parece que también son bastante realistas, aunque en algunos momentos me recordaba más al sistema americano. No sé si en algunos aspectos se tomaba alguna licencia, para que fuera menos aburrido, o si era siempre problema de mi imaginación, porque, por ejemplo, “veía” a Ana de pie dirigiéndose al jurado, que es algo que no se hace en España (y el autor aclara que están sentados)
¿A quién se lo recomiendo?
A las personas que quieran leer sobre la ludopatía o sobre cómo funciona el sistema judicial en España, pero en forma de thriller.
Ritmo de lectura
Bastante rápido, porque la narración es bastante ágil. Incluso cuando tenía ganas de que no le pasara ya nada más a Ana y que se llegara a una solución, fuera la que fuera, seguía leyendo rápidamente.
¿Leerías algo más del autor?
Creo que sí, aunque creo que tendré que esperar a que publique otra novela (y ver si me interesa), porque todo lo que he visto suyo es o literatura infantil o teatro.