Sinopsis
Una asesina convertida en víctima, un moribundo dispuesto a salvar una vida, el odio de la mano del amor…
El sargento Abel Claramunt aspira a acabar sus días como policía en un retiro tranquilo, pero el pasado familiar y la pasión de una joven compañera le complican la existencia.
Deberán esforzarse por salvar una vida, atrapar a una asesina e investigar un secuestro.
Mucho para alguien a quien solo le quedan unos meses de vida.
¿Por qué me decidí a leerlo?
El título me resultó chocante, y me pregunté si sería algo sobre el suicidio o no tendría nada que ver. Cuando vi que era de misterio, decidí leerlo.
¿Mereció la pena?
Me ha gustado, aunque no se puede decir que haya disfrutado con el libro. Porque me ha hecho sufrir, y mucho. Estaba más o menos acostumbrada a sufrir por las víctimas, en los libros en los que te describen lo que les pasa a las víctimas. Pero no me esperaba pasarlo mal por el detective. Abel Claramunt tiene un cáncer terminal, está acostumbrándose a la idea de que pronto va a morir, y parece tener una forma de ser que le hace llevarse mal con mucha gente. Pero al ir conociéndole mejor me empezó a caer bien, me divirtió con su sarcasmo (que no llega a ser desagradable), y me acabó pareciendo un gruñón que se hace querer. Así que me daba mucha pena.
Aunque él lo que parece querer es una vida tranquila, en su nuevo traslado le toca como compañera a Azucena, una novata muy entusiasta y que parece inmune a los comentarios ácidos y los desplantes de Abel. Por un lado, se debe a que es positiva por naturaleza, pero también porque son familia, aunque él pensaba que no tenía. Y eso es algo que también me resultó muy novedoso, porque establecen una relación que no tiene nada que ver con la tensión sexual, como pasa en muchas otras novelas. Es ella la que le arrastra a investigar la desaparición de una mujer, aunque él hubiera preferido dedicarse a lo que les mandaron: revisar casos antiguos sin resolver (sin ninguna esperanza real de hacer progresos).
Y mientras nos cuenta Abel, en primera persona, cómo tiene que lidiar con su enfermedad, su nuevo destino, su compañera, su recién descubierta familia (y el pasado familiar), la investigación… se alternan otros capítulos en los que describe (para mí, de forma angustiosa) lo que le ha pasado a la víctima, cómo intenta salvarse, cómo ha llegado hasta allí… Estos capítulos son más cortos, pero me costaba leerlos, porque me abrumaba tanto sufrimiento, y hasta deseaba que se acabara (como fuera) para que dejara de sufrir.
Según avanza la historia se va complicando la trama, aparecen pistas que desconciertan a los investigadores, y la historia tiene unos giros sorprendentes, algunos más que otros. Es una historia bastante psicológica, donde no quedan tan claros los límites de víctima y culpable. O, mejor dicho, queda claro que un culpable también puede ser víctima y una víctima acabar cometiendo delitos.
¿A quién se lo recomiendo?
A las personas que quieran leer una historia de suspense, bastante peculiar por el protagonista y también por la trama. Abstenerse las demasiado sensibles, si se les da bien ponerse en el lugar de otras, porque probablemente lo pasarán mal.
Ritmo de lectura
Bastante rápido, es una historia con mucho suspense y giros sorprendentes que me hacían querer saber qué más iba a pasar.
¿Leerías algo más del autor?
Creo que sí, porque como escritor de suspense me parece que merece la pena. Aunque casi todos los libros que he visto suyos están en catalán y sin traducir al castellano (excepto una antología de poesía española, que no creo que me lea), así que dependerá de si me atrae la sinopsis y si lo publica en castellano.