Emilio Lledó Íñigo nació el 5 de noviembre de 1927 en Sevilla. Con seis años se trasladaron a Vicálvaro (actualmente un barrio de Madrid). Su maestro de primaria, don Francisco, le hizo olvidar esa época tan peligrosa que estaba viviendo, gracias a la lectura y a hacerle pensar. Después pasó mucha hambre, y en 1952 se licenció en Filosofía. Se marchó a Alemania con el dinero ahorrado dando clases particulares. En la Universidad de Heidelberg volvió a sentir la misma libertad que con don Francisco. En 1961 publicó su tesis doctoral, El concepto ‘poiesis’ en la filosofía griega. Después publicó otros ensayos, como La filosofía, hoy; El epicureísmo, La memoria del logos, o Memoria de la ética. En 1994 ingresó en la Real Academia Española, con el sillón «ele minúscula», y fue Académico Bibliotecario. Por El silencio de la escritura obtuvo el Premio Nacional de Ensayo en 1992 y en 2014 ganó el Premio Nacional de las Letras Españolas. En 2015 recibió el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, por su trayectoria y ser un referente intelectual y ético.
Más información:
https://es.wikipedia.org/wiki/Emilio_Lledó
Frases:
Lo primero fue el habla. Una necesidad de sentir la compañía de los otros, de arrancarse de la originaria soledad, de emitir sonidos que la lengua fue articulando, modulando, convirtiendo en palabra. (Fidelidad a Grecia)