Sinopsis
La moderna y emprendedora Mei acaba de abrir una agencia privada de detectives en pleno corazón de Pekín. Esta mujer joven es un símbolo evidente del gran cambio cultural y económico que está viviendo China. Al volante de su Mitsubishi rojo, y con un hombre como secretario, Mei está preparada para su nuevo trabajo. Cuando un cliente le pide que encuentre un valioso jade de la dinastía Han sustraído de un museo en plena Revolución Cultural, Mei se verá obligada a profundizar en ese oscuro periodo de la historia de China. La investigación de Mei revela una trama que tiene mucha más relación con el pasado y la historia de su propia familia de lo que podría haber esperado. Esto la llevará a la trastienda de Pekín y a un secreto tan bien guardado que, desenterrarlo, amenazará con destruir lo que Mei consideraba sagrado…
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me llamó la atención que trate sobre una mujer que abre su propia agencia de detectives en China.
¿Mereció la pena?
Sí que me ha gustado, por la forma de narrar la historia con una cierta delicadeza, a pesar de contar situaciones duras, y así es más llevadera. Y también por lo que cuenta sobre la Historia de China, tanto la Revolución Cultural como la transición a las (supuestas) nuevas oportunidades por abrirse al capitalismo. Pero no me ha parecido una auténtica historia de detectives, porque la protagonista podría haber montado casi cualquier otro negocio, como una lavandería o una churrería, y también descubrir poco a poco el pasado de sus padres. Trata más sobre su vida, su familia, su pasado y el de sus familiares. Tampoco describe realmente cómo monta la agencia, excepto explicar un poco cómo y por qué elige a su atípico ayudante: un hombre y de fuera de Pekín.
Wang Mei, la protagonista, me ha gustado mucho. Es independiente, sabe lo que quiere, e intenta conseguirlo, aunque tenga pocos apoyos. Pero eso no quiere decir que no tenga principios o que no sea buena persona; simplemente se trata de una mujer que no hace lo que se espera de ella. Su madre, Ling Bai, quiere que sea una hija obediente, que tenga un buen trabajo, que se case, y que no se desvíe de la senda «adecuada», y eso produce una gran tensión entre las dos. Su hermana pequeña, Wang Lu, es todo lo contrario. Es la hija perfecta y la preferida, prometida con un hombre muy rico, tiene un buen puesto, y sabe siempre qué es lo mejor para la familia… Pero es muy superficial y solo piensa en sí misma, así que a veces también existe tensión entre las dos hermanas.
Durante toda la novela, tanto en el pasado como en el presente, Mei tiene que soportar desplantes y presiones porque no la aceptan como es. Y eso hacía que todavía me gustara más este personaje, por resistirse a pesar de ello, y de una forma que podría calificarse como «resistencia pacífica». Entre lo que le pasa a ella y algún ejemplo más de hijo díscolo, se comprueba lo importante que son las tradiciones para los chinos. La familia es un pilar fundamental, incluidos los amigos muy cercanos. Y la obediencia, casarse adecuadamente y seguir las reglas también son muy importantes. Algunos padres, incluso sintiéndose muy defraudados porque el hijo les ha salido delincuente, pueden hacer lo que sea para que no afecte al buen nombre de la familia.
En cuanto a la trama detectivesca, Mei es muy similar a otros detectives, que parece que descubren las cosas más por casualidad o suerte que por sus habilidades. Aunque en el caso de Mei, también influye mucho tener contactos, aunque tiene que recurrir a los contactos de otros más cercanos al Partido que ella. Hasta existe una palabra en chino para denominar esa red de contactos, que resulta muy necesaria para prosperar o directamente subsistir, que es guanxi. Pero algunos de los personajes también descubren que no es suficiente ser o haber sido fieles al Partido para tener garantizada una buena jubilación o una buena asistencia sanitaria. O incluso para sobrevivir.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que les apetezca conocer cómo empezó a cambiar China tras su apertura y la llegada del capitalismo, comparándolo con la época en la que el Partido lo dominaba todo, o cuando empezó la Revolución Cultural.
Ritmo de lectura
Rápido. Aunque tiene poco misterio, que es lo que me suele enganchar, la historia me ha gustado y se me ha hecho muy amena. Además, al ser corta, he tardado poco en leerla.
¿Leerías algo más de la autora?
Creo que sí. Ha publicado otras dos novelas de Wang Mei, y me apetece saber cómo evoluciona en su trabajo y en sus relaciones.