Sinopsis
«Ahora se llevan las novelas negras con protagonistas femeninas raras – le dice su editor -. Y hemos pensado que, con lo rara que eres tú, seguro que no te costará nada escribirla.»
Lucrecia Vázquez es una joven de veintisiete años, criada en centros de acogida y que padece el trastorno de Gilles de la Tourette. No obstante, tras sus aparatosos tics se esconde una inteligencia brillante y una personalidad muy compleja. Cuando recibe el encargo de convertirse en la negra literaria de Dana Green, una escritora de best sellers en crisis creativa, no imagina hasta qué punto va a complicarse su vida.
En la editorial le piden una trama espeluznante, cuanto más espeluznante mejor. Malditos editores, cómo saben recurrir a los instintos más bajos de los lectores para crear un superventas. Pero el día que Lucrecia va a reunirse con Dana por primera vez, ocurre algo que supera la escena de thriller más sangrienta que jamás hubiera podido imaginar.
Dana Green ha sido asesinada de una manera espantosamente cruel. ¿Es posible que sea obra de algún lector perturbado? ¿O hay que buscar al culpable mucho más cerca? Convertida de repente en sospechosa, Lucrecia tendrá que demostrar que el asesino no tiene nada que ver con ella. ¿O tal vez sí…?
¿Por qué me decidí a leerlo?
Por la portada, porque pone «Escribir un crimen. Morir asesinada. El juego ha comenzado», que despertó mi curiosidad. Y ya con la sinopsis me decidí. Solo tuve una pequeña duda, porque me recordó a la trama de El inesperado plan de la escritora sin nombre, de Alice Basso, y pensé que igual me llevaba otra decepción. Me decidí porque no podía tratarse de la misma historia.
¿Mereció la pena?
Me ha parecido entretenido, excepto cuando daba demasiados detalles de las muertes o ataques, porque podía imaginarme los desgarros, mordiscos, golpes, etc. Y por eso suelo evitar las historias de psicópatas. Me gustan más los asesinatos perpetrados por gente corriente, con mayor variedad de motivos… Por el tipo de crimen que es, tan cruel, se nota desde el principio que tiene que pertenecer al tipo psicópata. Las razones son algo más complicadas que las de un psicópata normal (matar por matar), y tiene que ver con una infancia dura, pero se trata de alguien a quien le gusta matar. Aunque la trama tiene su complicación, gran parte de lo que pasa ya me lo iba imaginando.
Me han gustado ciertos detalles. Como dar protagonismo a una mujer, Lucrecia Vázquez, con síndrome de Tourette, y describir cómo afecta ese síndrome a su vida personal y profesional. También me gustó algo que aparece al final, y que igual podría haber usado más, que es un cambio de perspectiva. La historia está protagonizada por dos personajes, que, aunque no hablan en primera persona, la autora sí que nos deja saber más o menos qué piensan. Y justo al final otros personajes hablan sobre ellos, y descubrimos cómo se ven desde fuera algunas cosas que han pasado. El final me pareció original, dejando una duda sin resolver (y eso que a mí me suele gustar saberlo todo…).
Aunque según la sinopsis la protagonista es Lucrecia Vázquez, también hay otro personaje importante. El coprotagonista es Gerard Castillo, un sargento de los mossos d’esquadra que antes fue policía nacional. Y que realmente se llama Gerardo, pero oculta que es de Madrid y dice que es de Barcelona capital para evitar problemas. Aunque sus compañeros también demuestran tener algunos prejuicios con los de la capital, por ser ellos de una pequeña localidad. De todos los que se encuentran por primera vez con Lucrecia, él parece ser el único capaz de tratarla como una persona, y no como un bicho raro. Pero también tiene sus partes oscuras, que poco a poco van saliendo a la luz.
En general me ha gustado la novela, pero en algunos pasajes los diálogos o las situaciones me parecían demasiado forzados. Y, curiosamente, los nombres y apellidos de varios personajes me parecía que no cuadraban o que estaban mal escogidos, pero no sé muy bien por qué. Solo sé que me resultaba desconcertante cuando los leía y aumentaba mi sensación de que algo no encajaba del todo. Sobre todo me pasaba con Alejandro Paz, otro de los escritores, pero en ese caso igual era porque me esperaba que pusiera Sanz, como el cantante. Y el nombre de Lucrecia también. Me parecía demasiado exótico para la hija de una prostituta gallega, que la dejó en varios orfanatos de forma intermitente porque no podía atenderla…
Y en cuanto al parecido con el libro de Alice Basso, pues sí que hay varias similitudes al principio. Podría parecer que a las dos escritoras les hubieran dado unas pequeñas indicaciones: «imagina una mujer, con algún problema para socializar, muy inteligente, que trabaja como escritora en la sombra para otros. Un día le dicen que escriba un texto para una escritora famosa, a la que justo le ocurre algo (muerte o desaparición), y ella es considerada sospechosa. Y a partir de ahí continúa la historia…» Después las dos historias se parecen poco. Eso sí, creo que es mucho más real el mundo editorial que refleja la novela El inesperado plan de la escritora sin nombre que el que aparece en esta otra.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que les gusten las historias de suspense con psicópatas, con protagonistas atípicos, y que no rechacen historias por tener momentos demasiado escabrosos.
Ritmo de lectura
Medio, porque no me tenía realmente enganchada. Pero también un ritmo continuo, porque mi interés se mantuvo igual en toda la narración.
¿Leerías algo más de la autora?
Puede ser, pero no está entre mis prioridades.