Prosper Mérimée nació el 28 de septiembre de 1803 en París. Tanto su padre como su madre se dedicaban a la pintura, viajaban mucho a Inglaterra y conocieron a muchos intelectuales. A los quince años hablaba perfectamente en inglés. Las lenguas se le dieron muy bien, por lo que también aprendió griego, latín, ruso, serbio y castellano. Estudió Derecho y frecuentó el salón de Juliette Récamier, donde conoció a varios escritores como Chateaubriand, Victor Hugo o su gran amigo Stendhal. Empezó a presentar sus escritos en los salones, y el primero en tener éxito fue Teatro de Clara Gazul, memorias inventadas de una actriz española. Se especializó en escribir novelas cortas, como Tamango o Mateo Falcone, que se convirtió en una ópera. En 1830 viajó a España, y después publicó Cartas de España relatando sus experiencias. Y más tarde se basó en una historia que le contó la Condesa de Montijo para escribir su obra más famosa, Carmen, publicada en 1845. Además, tradujo del ruso varias obras, escribió críticas literarias, poemas, teatro… Y fue inspector general de monumentos históricos, preservando muchos de ellos.
Más información:
https://es.wikipedia.org/wiki/Prosper_Mérimée
Frases:
Las señas misteriosas de Antonio, su inquietud, algunas palabras que se le habían escapado al desconocido, sobre todo su carrera de treinta leguas, y la explicación poco plausible que había dado, habían formado ya mi opinión respecto a mi compañero de viaje. No dudé de que se trataba de un contrabandista, o tal vez de un ladrón, pero ¿qué me importaba? (Carmen)