Sinopsis
Cinco años después de la publicación de La historia del amor, su extraordinaria segunda novela, que fue traducida a treinta y cinco idiomas y la situó en el panorama de la literatura internacional, Nicole Krauss –elegida entre los mejores veinte escritores estadounidenses menores de cuarenta años– ha escrito una nueva aproximación al insondable tema del amor, la memoria y la pérdida, una historia que llevará al lector a lo largo de un viaje lleno de pasión y melancolía, desde Nueva York a Jerusalén, de Londres a Budapest, y desde los años cuarenta hasta nuestros días.
El insólito protagonista es un viejo escritorio que pudo haber pertenecido a Federico García Lorca y que se vuelve un objeto de fascinación o repulsión para aquellos que conviven con él. El imponente mueble, uno de cuyos diecinueve cajones está permanentemente cerrado, se torna así el hilo conductor entre los distintos ámbitos donde se desarrolla la novela. En Nueva York, una escritora ha estado utilizándolo desde que en 1972 se lo prestara un poeta chileno, Daniel Varsky, víctima de la policía secreta de Pinochet. Un día, una mujer que dice ser la hija de Varsky reclama el mueble, y la vida de la escritora ya no será la misma. Al otro lado del océano, en Londres, un hombre descubre el secreto que durante cincuenta años le ha escondido su mujer. Y por último, una joven norteamericana que estudia en Oxford traba amistad con una excéntrica pareja de hermanos cuyo padre es un anticuario israelí especializado en recuperar muebles expoliados por los nazis.
Llevando su arte narrativo a un nivel insospechado, Krauss reúne pacientemente los elementos en apariencia dispares de un relato fragmentado hasta convertirlo en una cautivante metáfora de la memoria y de la herencia, no sólo material sino sobre todo emocional.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me llamó la atención lo del escritorio de Federico García Lorca, pasando de mano en mano (o eso es lo que pensé yo).
¿Mereció la pena?
Me decepcionó un poco porque creía que tendría más importancia el escritorio. Como hilo conductor es demasiado fino, y en una parte directamente invisible (o prácticamente inexistente). El libro está dividido en cuatro historias, contadas en primera persona. En total forman ocho partes, porque los personajes que narran tienen la «oportunidad» de contarnos lo que pasa dos veces. Como si fueran dos «rondas». Pero lo malo (para mí) es que las historias están desordenadas cronológicamente. En este libro eso hacía que me perdiera un poco, y me perdía todavía más porque no estaba muy enganchada. Así que la siguiente vez que cogía el libro me costaba recordar qué había leído antes. Entonces, o bien retrocedía (que es algo que no me gusta mucho, en general), o bien seguía leyendo, esperando que me daría alguna pista de lo que al parecer había olvidado.
Desde el principio me pareció que se leía bien, pero que divagaba un poco, dando vueltas a lo que sienten los personajes. Con la primera historia, la de Nadia, la escritora, me pasó algo muy curioso y creo que es por lo de divagar (y lo que contaba antes de no estar leyendo muy seguido). En un determinado momento le cuentan una historia real, que ella luego usó para una novela. Después relata qué pasa cuando se reencuentra con el que le contó su historia personal. Mientras leía el reencuentro, en el que recuerda esa historia que le contaron, tuve que volver atrás, porque se me olvidaron dos detalles importantes. Primero volví por un detalle que no recordaba, y después buscando el segundo (que en la primera relectura tampoco se me quedó grabado). Y eso que era una historia impactante, pero no me quedé con los detalles.
Me llamó mucho la atención que la mayoría de los personajes fueran solitarios, y/o con problemas para relacionarse, para confiar, para abrirse a los demás, para tener relaciones sanas… Varios son escritores (y alguno frustrado), y también hay una gran amante de la literatura. La historia que más me gustó fue la del matrimonio, o, mejor dicho, la del hombre viudo. Aunque creo que es bastante difícil lo que hace y cómo lleva la situación, me parece que es una gran demostración de qué es realmente el amor. También trata sobre la confianza y la aceptación, porque nadie es perfecto, o sobre los límites en las parejas.
Además, me gustó la del padre incapaz de tener una relación «normal» con su hijo, porque se entendía su frustración y no saber cómo acercarse a él; y la de Nadia, a pesar de ser un poco caótica, me resultó interesante, y en cierta forma entendible. Pero la que más me agobió y desagradó fue la del padre anticuario, sus hijos, y la amiga, Izzy. Me parecieron todas sus relaciones muy enfermizas. La de los hijos y el padre era en cierta forma comprensible, por la educación recibida, pero la actitud de Izzy, que yo llamaría de sometimiento, no tanto. Y menos durante tanto tiempo.
Al llegar al final, no solo encajan las piezas de la historia, también entiendes el porqué del título. Eso por supuesto me gustó, por fin entendí la conexión que había entre los personajes, y sentía que el «misterio» se había resuelto. Aunque en la mayor parte del libro no tenía muy claro si de verdad existía esa conexión, solo lo imaginaba por la sinopsis. Pero, por otro lado, sentí que me dejaba a medias, hubiera necesitado una tercera «ronda» para saber qué más pasaba. Un final demasiado abierto para mi gusto. Resumiendo, me ha parecido un libro en forma de puzle, con las piezas muy revueltas, que al final encajan, pero en el que faltan algunas piezas para dar por terminada o cerrada la historia.
¿A quién se lo recomiendo?
A la gente interesada en leer sobre relaciones familiares complicadas, sobre solitarios… A los que les guste leer sobre escritores, su inspiración, o la falta de ella. Y a los que no les importe esperar hasta el final para ver y completar el puzle, sin ni siquiera saber que hay un puzle.
Ritmo de lectura
Irregular, porque hasta el final no me enganchó, y había historias que me resultaban más interesantes que otras.
¿Leerías algo más de la autora?
No sé, creo que preferiría leer a otros autores antes, pero no descarto leer algo más de ella.