Sinopsis

Cuando Rosa Montero leyó el maravilloso diario que Marie Curie comenzó tras la muerte de su esposo, y que se incluye al final de este libro, sintió que la historia de esa mujer fascinante que se enfrentó a su época le llenaba la cabeza de ideas y emociones. La ridícula idea de no volver a verte nació de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino.

Al hilo de la extraordinaria trayectoria de Curie, Rosa Montero construye una narración a medio camino entre el recuerdo personal y la memoria de todos, entre el análisis de nuestra época y la evocación íntima. Son páginas que hablan de la superación del dolor, de las relaciones entre hombres y mujeres, del esplendor del sexo, de la buena muerte y de la bella vida, de la ciencia y de la ignorancia, de la fuerza salvadora de la literatura y de la sabiduría de quienes aprenden a disfrutar de la existencia con plenitud y con ligereza.

Vivo, libérrimo y original, este libro inclasificable incluye fotos, remembranzas, amistades y anécdotas que transmiten el primitivo placer de escuchar buenas historias. Un texto auténtico, emocionante y cómplice que te atrapará desde sus primeras páginas.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Por el título, me resultó muy impactante. Y aunque pensé que tenía que ser duro, porque trata de la pérdida de seres queridos, me siguió atrayendo. Puede ser que también me influyera el comentario de una amiga de forma inconsciente, que se lo leyó antes y le gustó, pero yo no me di cuenta de que era el mismo libro.

¿Mereció la pena?

Me ha parecido un libro muy intenso, pero me ha gustado mucho. Me ha resultado muy ameno, como si fuera una conversación con una amiga. Una amiga con la que charlas sobre la vida o casi cualquier tema, con la que no hace falta estar de acuerdo en todo, pero a la que siempre merece la pena escuchar (o en este caso leer).

Tiene pasajes muy buenos, como cuando explica que a pesar del duelo y la pena la vida se abre paso de forma tenaz, y de repente te encuentras con algo bello. A veces esa sensación molesta, porque no te explicas por qué la vida sigue igual para el resto, pero al final te das cuenta de que por esos momentos bellos merece la pena vivirla y disfrutarla. Y si ya ella con lo que escribe te hace reflexionar, también incluye frases de otros escritores, como la de Fernando Pessoa:

La literatura, como el arte en general, es la demostración de que la vida no basta.

También muy buenas las reflexiones sobre que esté mal visto estar triste, pero es que eso es parte de la vida. Si no existiera la tristeza no podríamos valorar lo bueno que es estar feliz y contento. Así que, aunque he llorado con este libro, también he reído, y me he sentido acompañada, por lo que me parece un libro muy recomendable.

Lo que más me ha costado ha sido leer la parte final, con el diario de Marie Curie completo, porque como gran parte de lo que cuenta te lo “adelanta” para que entiendas sus reflexiones, tenía la sensación de estar releyendo. Eso no quita que es muy interesante conocer su vida y cómo sintió la pérdida de su adorado Pierre Curie.

¿A quién se lo recomiendo?

Pues a casi cualquier persona. Porque no es solo para los que quieran saber más de Marie Curie (igual a los apasionados de las biografías se les queda muy corta), pero merece la pena para reflexionar sobre la vida, la muerte, el dolor, la intimidad, el amor, la literatura, el papel de las mujeres…

Ritmo de lectura

Pues bastante rápido, excepto por las pausas que tenía que hacer cuando me resultaba demasiado intenso, y al final el diario, que se me hacía un poco pesado.

¿Leerías algo más de la autora?

Seguramente sí, aunque no creo que sean libros tan íntimos como este, pero me gusta su forma de escribir.