Sinopsis
En El cuarto de atrás –Premio Nacional de Literatura 1978– Carmen Martín Gaite, sin abandonar sus temas esenciales, inaugura un nuevo género absolutamente original que participa de la novela de misterio, el libro de memorias y la reflexión sobre el propio quehacer literario. En una noche de insomnio y de tormenta, la escritora, inopinadamente, recibe la visita de un desconocido vestido de negro, cuya identidad permanece ambigua a lo largo de todo el relato. La extraña relación que se va creando entre ella y ese interlocutor desconcertante, que en nada se parece a los entrevistados de oficio, mantiene en suspenso el ánimo del lector, pendiente de las pistas del enigma y de su posible desenlace. La autora se sirve de este esquema argumental para romper el hilo de una serie de recuerdos de infancia y juventud, que se desgranan confundidos con sus reflexiones sobre los sueños, el amor y la memoria.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Otro libro que cogí de la biblioteca porque pensaba que no me había leído nada de la autora. Y me equivoqué, leí Caperucita en Manhattan estando en el instituto.
¿Mereció la pena?
Sí, sobre todo para superar mi trauma con Caperucita en Manhattan, ya no voy a tener tanta manía a la autora como hasta ahora (o más bien a su libro, pero esa es otra historia).
Me ha parecido muy interesante saber cómo vivió la época franquista, visto como niña y luego ya mujer. Y también conocer un poco los momentos posteriores a la muerte del dictador y los distintos tipos de reacciones, principalmente de la gente que no estaba muy metida en política. La parte misteriosa me ha recordado un poco a Viajes por el Scriptorium de Paul Auster, puede que en parte por haberlos leído muy seguidos.
Por otro lado, no recuerdo (salvo raras excepciones) un libro en el que tuviera tantas ganas de discutir con el escritor o escritora. No sobre sus recuerdos, porque, aunque no se parezcan a los de mis padres, son suyos; ni sobre ideas políticas, porque tampoco deja entrever mucho; ni por supuesto sobre feminismo, porque estoy de acuerdo con ella. Pero cuando se pone a hablar sobre libros y, sobre todo del misterio en los libros, estoy en total desacuerdo.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que les interese saber cómo era la vida cotidiana en tiempos de Franco para alguien relativamente acomodado, y para los que disfruten leyendo libros que son un reflejo de cómo iba pensando la autora, con recuerdos puestos sobre el papel según se va acordando, sin tener un orden cronológico.
Ritmo de lectura
Por su forma de escribir ha sido un poco como una montaña rusa. Cuando lo que estaba contando me parecía poco interesante, no podía leer más que un par de páginas, o incluso menos, pero cuando despertaba mi interés (que básicamente era saber más del desconocido) entonces leía varias páginas seguidas. Hasta que volvía a perderse en los recuerdos y se me hacía un poco pesado, con tantas comas y tanto detalle.
¿Leerías algo más de la autora?
Como decía antes, ya no le tengo manía, pero creo que tendrá que pasar un tiempo antes de que intente leerme alguno más de ella.