Sinopsis
Perillán es un muchacho de diecisiete años que sobrevive buscando objetos de valor en las cloacas del Londres victoriano. Tras una reyerta en la que defiende a una joven de un par de rufianes violentos, un periodista que responde al nombre de Charles Dickens queda impresionado por la valentía y la ingenuidad del muchacho, y le anima a averiguar la identidad y los motivos de los agresores.
Cuando Perillán empieza a investigar, se ve envuelto en una serie de incidentes que le convierten en una celebridad… No tardará en conocer a los políticos y las personalidades más relevantes del imperio y tendrá que enfrentarse a un complot con insospechadas repercusiones internacionales.
En esta arrebatadora aventura llena de intriga e inventiva, Terry Pratchett combina mejor que nunca el humor, la sabiduría y ese original estilo de fantasía que le han valido la admiración de legiones de seguidores.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Porque me leo todos los libros de Terry Pratchett que consigo. Ni siquiera leí de qué iba, pensaba que era el último publicado del Mundodisco en edición de bolsillo. Pero no, es una novela que se desarrolla en Londres, en la época victoriana.
¿Mereció la pena?
Para mí leer sus libros (incluidos los que ha escrito como coautor) siempre merece la pena. Eso sí, se me hizo un poco raro porque me pareció que no desarrollaba del todo su sentido del humor, como si la vida real no diera para tanto humor como en su mundo inventado. Mi personaje favorito no ha sido el protagonista, sino Solomon, un judío que se las sabe todas y que se merecería un libro para él solo, para saber cómo fue su ajetreada vida antes de instalarse en Londres y tratar de pasar desapercibido.
En este libro se pueden entender lo duras que eran las condiciones en esa época para los pobres, los trabajos inimaginables hoy en día que tenían que desempeñar, lo que llegaban a hacer para sobrevivir… Como en un libro de Charles Dickens. Los políticos que aparecen podrían desempeñar sus cargos hoy en día, pero por suerte siempre hay gente que trata de hacer que el mundo sea algo mejor.
De esto último hay dos claros ejemplos en la novela: Henry Mayhew, que se dedicó a recoger datos para exponer las condiciones de vida de los pobres para que a nivel político se hiciera algo, y Angela Burdett-Coutts, una mujer de gran fortuna, que creía que había que ayudar a los que se ayudaban a sí mismos, por lo que fundó las “escuelas harapientas” para dar algo de formación a niños y mayores, ayudó a abrir pequeños negocios y donó dinero a iglesias que ayudaran de alguna forma práctica a los pobres.
¿A quién se lo recomiendo?
A los seguidores de Terry Pratchett por supuesto, aunque no creo que haga falta. También a los seguidores de Charles Dickens, porque aparece en la novela y es la época de sus novelas, casi podría aparecer por ahí Oliver Twist. Y a los que les guste la historia y la época victoriana, porque, según cuenta el propio autor al final del libro, se documentó bien para escribir el libro (incluso demasiado bien, porque el vocabulario tiene bastantes palabras en desuso, como perillán).
Ritmo de lectura
Aunque me resultaba bastante entretenido e interesante, coincidió que estuve una semana de vacaciones y me resultó un poco incompatible leer con el duro oficio de turista. A parte de eso, no me enganchó tanto como otros libros de él.
¿Leerías algo más del autor?
Sí, claro que sí. Creo que no me quedan muchos por leer, y como falleció en 2015 no puedo esperar nuevos libros. Y tenéis disponible una entrada sobre cómo descubrí a Terry Pratchett…