Típico ejemplo de prejuicio, por las portadas lo descubrí más tarde de lo que me hubiera gustado. Las portadas de los libros de Terry Pratchett son dibujos en los que salen hombres bastante feíllos y mujeres exuberantes ligeras de ropa, así que no me atraía nada de nada. Bueno, no son todas así (las últimas nada que ver), pero sí unas cuantas, y las suficientes para que siempre pasara de largo en las librerías, sin ni siquiera saber de qué iba la historia.

Pero un buen día, en la sección de oportunidades de cierto centro comercial en Sol (aunque creo que la sección ya ha desaparecido), vi el libro Brujas de viaje, entre otros libros de él que descarté a simple vista. En la portada se ven 3 brujas, así que nada que objetar sobre ella, y me lo compré porque la sinopsis también parecía interesante:

«Parecía un trabajo fácil. Después de todo, ¿qué problema podía presentar el asegurarse de que una sirvienta no se casara con un príncipe? Sin embargo, para tres brujas como Yaya Ceravieja, Tata Ogg y Magrat Ajostiernos, las cosas no resultan tan sencillas. Las sirvientas deben casarse con los príncipes. Así es como acaban siempre todas las historias. Y no se puede luchar contra un Final Feliz…”

Pensé que ese libro tenía que ser divertido, pero me equivocaba, era mucho más que divertido, es genial. En esa época iba a la universidad y en la hora que tardaba en llegar hasta mi facultad (en autobús y metro) me daba tiempo a leer mucho. Así que me lo llevé un día por la mañana temprano, empecé a leer y me dio tal ataque de risa que la gente en el autobús me miró como si estuviera loca (¿a esas horas de la mañana quién se ríe de esa forma?). Decidí que era mejor leerlo en casa.

Resumiendo, que me encantó el libro y me convertí en una fan absoluta de Terry Pratchett y del Mundodisco. Y de todo lo que ha escrito, por esa forma que tiene de tratar cualquier tema con su extraordinario sentido del humor, desde seres fantásticos como estas tres brujas, hasta el turismo, el fútbol o el cine… Falleció en 2015 a los 66 años, una pena enorme, pero fue bastante prolífico, así que todavía me quedan unos cuantos por leer.