Decía Emily Dickinson «para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro» y tenía mucha razón. Porque cuando lees puedes viajar, pero no solo por el mundo, también por otros mundos imaginarios y evadirte de tu vida rutinaria. Seguramente pensaba así porque ella no salió precisamente mucho de viaje. A mí me encanta viajar con los libros, pero me también poder comprobar cómo es el sitio del que leí alguna vez, y por eso, entre otras razones, amo viajar.
