Sinopsis
George Furnace, prestigioso instructor de vuelo en el Aero Club Baston, muere en el acto cuando su avión se estrella en la campiña inglesa. Aunque aquellos que lo conocían están desconcertados, pues era un excelente piloto y el aparato estaba en perfecto estado, la instrucción forense archiva el caso con el veredicto de muerte accidental. Pero un inesperado visitante, el australiano Edwin Marriott, obispo de Cootamundra, que ha llegado al club para aprender a pilotar y poder así ejercer su ministerio en las zonas más remotas de su diócesis, sospecha que la verdadera historia es algo más complicada: podría tratarse de un suicidio o incluso de un asesinato. Junto con el inspector Bray, de Scotland Yard, el intrépido ministro tratará a toda costa de desenmascarar la verdad.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Al ver la portada. Me di cuenta de que tenía que ser una novela clásica de detectives, a las que no me puedo resistir.
¿Mereció la pena?
Muchísimo, me lo he pasado genial leyéndola. Es como una mezcla de Edgar Wallace y P. G. Wodehouse. Por un lado, el misterio con tantas vueltas, cambios en la teoría y la colaboración entre policías y gente corriente para resolver el caso (a pesar de lo que dice la sinopsis, no hay un protagonista claro). Y por otro lado ese sentido de humor británico e irónico. Como ejemplo de ese humor, esta conversación:
– Bien, todo lo que precisamos del club son los aviones, el aeródromo, los servicios de sus pilotos y, por supuesto, la colaboración de los socios.
- – ¿Eso es todo?
– Por el momento, sí – contestó Lady Crumbles, cuya inconsciencia ante el sarcasmo ajeno era su mayor fortaleza.
Me han gustado mucho sus personajes en general, pero sobre todo los femeninos; a destacar Lady Crumbles, muy divertida, aunque ella seguro que se enfadaría si se enterara de que resulta graciosa, porque ella se toma a sí misma muy en serio. Son mujeres independientes, capaces, que saben lo que quieren, y que no me esperaba encontrar en un libro de los años 30. La forma de escribir del autor parece muy actual, exceptuando el tipo de aviones, las comunicaciones, etc.
Las únicas pegas que podría ponerle son dos. La primera es que cuando la acción no transcurre en el aeródromo me resultaba un poco lioso con tantos nombres. Y la segunda que no me ha resultado muy difícil adelantarme (pero solo un poco antes) a lo que iba a pasar. Eso en parte puede ser porque he leído muchas novelas de este tipo y no es tan fácil sorprenderme. Lo que sí que no me esperaba ha sido una parte del final (que no tenía nada que ver con el misterio que se planteaba) y que por supuesto no pienso destripar.
¿A quién se lo recomiendo?
A todos los que les gusten las novelas clásicas de misterio, y no tan clásicas. Y sobre todo si les gusta un toque de humor que aligere un poco la trama.
Ritmo de lectura
Visto y no visto, con lo que me ha enganchado no me ha durado nada.
¿Leerías algo más del autor?
Sí, he leído que escribió siete novelas policíacas, así que me quedan seis. Y una pena que no escribiera más, murió a los 30 años defendiendo a la II República Española en el Frente del Jarama.