Sinopsis

En Shaker Heights, una tranquila y próspera zona residencial de Cleveland, todo está planeado, desde el trazado de las carreteras, hasta el color de las casas, incluso el éxito de la vida futura de sus vecinos. Nadie encarna mejor este espíritu que Elena Richardson, cuya vida se rige por un principio fundamental: jugar siempre dentro de las reglas sociales. Cuando Mía Warren, una artista enigmática con un pasado misterioso, llega a esta idílica burbuja con Pearl, su hija adolescente, empieza la historia que las colocará a ambas en dos extremos dramáticamente opuestos.

¿Por qué me decidí a leerlo?

No recuerdo cómo llegó este libro a mi larga lista de libros pendientes para leer, pero allí estaba apuntado. Seguramente me lo recomendaron en Instagram, pero tampoco recuerdo quién lo hizo. El caso es que al leer la sinopsis me interesó el tema, porque parecía una buena crítica a este mundo en el que vivimos.

¿Mereció la pena?

Me ha gustado este libro en el que se hace crítica de una parte de la sociedad norteamericana. Sobre todo de esa con ciudades como de cuento, todas las casas preciosas, la gente que vive en ellas con alto poder adquisitivo y juntándose entre ellos. Todo parece muy idílico, pero si rascas un poquito te encuentras con todas sus vergüenzas, con su racismo, con mucha envidia y con una prepotencia tremenda hacia los que no son de su misma clase social. Pero la autora no juzga en ningún momento, solamente muestra los hechos para que los lectores saquemos nuestra propia conclusión.

La novela retrata una ciudad casi perfecta. Todos viven en casas estupendas, tienen trabajos muy bien pagados, llevan a sus hijos a colegios buenos. Todo parece muy idílico hasta que llega alguien a su sociedad que no es como ellos, una madre y una hija con una vida totalmente desorganizada. No cumplen con los requisitos que se esperan de ellas y lo van soportando hasta que estalla por diferentes motivos. Alguien intenta saber más de la vida anterior de ellas, y consigue saber el secreto que guardan. En casa de los Richardson desde el principio se empiezan a encender pequeños fuegos interiores en cada uno de los miembros por su relación con Mía y Pearl, por eso el precioso título del libro. Pero también porque el libro comienza con un incendio en su casa, debido a todos esos pequeños incendios que sienten cada uno de la familia.

En el libro se muestra que no hay vida perfecta, ni la de esta madre e hija, ni la de la maravillosa familia de los Richardson. Todo son apariencias, y aparentar les cuesta un precio muy alto. La autora también habla sobre la maternidad, las diferentes madres que existen. Y cómo cada una de ellas se comporta de una manera muy diferente con sus hijos, dependiendo no solamente de su forma de ser, sino también de las circunstancias que les rodean. Otro tema que se trata es el de los secretos, y cómo nadie debería hurgar en la vida de los demás para sacarlos a la luz. Nuestra vida es privada y nadie tiene derecho a meterse en ella.

Es un libro interesante desde el inicio. Sobre todo, por lo bien que están definidos los personajes. Lo que al principio parece un remanso de paz, en una ciudad idílica, con gente buena, se va enredando poco a poco por maldad, egoísmo, falsedad e incluso autoengaño. Todo eso sirve para poder hablar de temas como la familia, la maternidad, el estatus social, la inmigración y el racismo. Y para hacer pensar en estos temas y poder hacer una crítica sociológica. Pero lo cierto es que si algún lector no quiere llegar a algo tan profundo también se entretendrá mucho con la historia que cuenta la novela.

¿A quién se lo recomiendo?

A los que os gusten los libros en los que, sin juzgar, se cuentan muchas cosas sobre la sociedad, para que los lectores saquemos nuestras conclusiones.

A los que busquéis en los libros el retrato del ser humano en su peor parte, la hipocresía, el racismo, el querer aparentar. Y a todo lo que se tiene que renunciar para tener esa vida que parece perfecta.

A los que creáis en las segundas oportunidades, porque todos las tenemos.

Ritmo de lectura

Rápido.

¿Leerías algo más de la autora?

Seguro que sí.