Sinopsis

Finalista del 38.º Premio Herralde de Novela.

“En la ciudad se pierde la noción de las horas del día, del paso del tiempo. En el campo es imposible”, empieza diciendo el narrador de esta historia, que a continuación va desgranando su día a día en una casa con una huerta donde se ha aislado de todo y de todos, tratando, acaso, de huir de sí mismo. El tiempo ahí casi se palpa, avanza sin premuras y permite sentir todo lo que uno tiene a su alrededor: los insectos, los ruidos, el olor de la tierra húmeda, los detalles minúsculos… Esta historia empieza en enero, y se nos cuenta en capítulos que abarcan varios meses. El protagonista mantiene fugaces encuentros con personas del entorno rural en el que se ha autoexiliado, recuerda su infancia, aquel italiano veterano de alguna guerra que se ahorcó al confundir las luces del pueblo con fogonazos de cañones; aquellas historias que contaba la abuela, acaso reales, acaso sacadas de alguna película…, evoca su llegada a la ciudad como estudiante, el interés por la estructura de las historias que contamos, el empeño en desentrañar el secreto de su funcionamiento; y evoca su relación con Ciro y su ruptura con él, que lo ha traído hasta ahí.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Me lo recomendaron por Instagram, y el tema del autoexilio me llamó mucho la atención. También el de la soledad en el campo.

¿Mereció la pena?

Sí, ha merecido la pena leer esta novela. Es curioso cómo el ser humano a veces es capaz de salir de su lugar de origen, porque no se encuentra a gusto o piensa que no tiene futuro, y, sin embargo, cuando tiene algún problema, vuelve a ese lugar. O a uno parecido. En este caso, el protagonista, que narra en primera persona, es el que de joven salió del campo para buscar nuevos horizontes, no solo culturales, también personales, y se trasladó a la capital. Cuando rompe con su pareja no puede soportar la ciudad y regresa al campo, pero no exactamente a su pueblo de origen. Se autoexilia en una casa, en mitad del campo, en la que puede dedicarse a una huerta: Vuelve a ser un agricultor, como lo fue su padre y toda su familia desde que, cuatro generaciones atrás, emigraron de Italia a Argentina.

Es un viaje de vuelta. No solo al campo, para seguir viviendo como vivió siempre su familia, también hacia la soledad autoimpuesta. Se fue de su pueblo porque no tenía futuro y, además, no le podía contar a nadie que era gay, ni podía vivir su homosexualidad de una forma libre. Y vuelve al campo otra vez porque su chico le ha dejado, y no puede soportar vivir entre otros sin él. En la casa, esa soledad le hace dedicarse, como su padre, a plantar una huerta durante todas las temporadas del año. Va contando sus éxitos y sus derrotas, lo poco que habla con los demás, y lo muy solo que se siente y, a veces, desesperado.

Una novela en la que no pasan grandes acontecimientos. Es el día a día del protagonista, en lucha constante con la soledad y con la tierra. Una tierra que le da alegrías cuando algo plantado en la huerta crece, pero también sinsabores cuando se le pudre o el calor la seca. Y, entre medias de todas las labores agrícolas y cómo la naturaleza va pasando por cada una de las estaciones, cuenta su niñez en un sitio parecido. Su trato con sus abuelos, cómo y por qué decidió salir de allí e irse a la ciudad, cómo conoció y vivió con su pareja hasta la ruptura. Y cómo decidió irse lejos de todo, porque no soportaba estar en la misma ciudad que él, y poder encontrárselo algún día.

Escrito como un diario, el protagonista es escritor, y la ruptura con su pareja le hace quedarse sin inspiración. Muestra lo inhóspita que es la pampa argentina en casi todas las estaciones del año, el silencio que hay en ella cuando no se tiene compañía… Y cómo esa soledad le hace viajar hacia su pasado, ese que un día dejó porque no podía soportarlo. Y ahora que vuelve a él, regresa a sus orígenes.

¿A quién se lo recomiendo?

A los que os gusten los libros tristes.

A los que busquéis en las novelas historias de introspección.

A los que os gusten las labores agrícolas en una huerta.

Ritmo de lectura

Rápido.

¿Leerías algo más del autor?

Seguro que sí.